Para Luisa Dolores, siempre en mi corazón.

Ahora que ya no estás

seguirás viviendo conmigo

porque es fuego mi cariño

y no lo puedo apagar.

Y tu amor estará alum

[brando

mis pasos de cada día

con sus latidos y amparo

y esa ternura prolija.

Y aunque tu voz en silencio

ahora no me diga nada

sin embargo la palpo y la

[siento

al prender cada jornada.

Tú serás siempre mi amada

esa fácula esplendente,

esa antorcha que en mi alma

gusta de sol y de mieles.

Y con mis brazos abiertos

te recibo en este nido,

que no vicia, ni ha perdido

su calor y ardiente celo.

Juan Antonio López de Vergara y Batista

Sara

Sara de mi corazón,

rubia y de ojos azules,

llena de vida,

su alma de niña,

preciosa y bonita.

Su abuela

Susana Alonso Suárez