La errante historia del Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias que se celebra en el Puerto de la Cruz se trunca de nuevo en 2010 por cuestiones eminentemente económicas. Después de "resucitar" en 2009 tras catorce años de ausencia, el evento cinematográfico que alcanzó su máximo apogeo en la década de los noventa se ve abocado de nuevo a la desaparición. El concejal de Cultura en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, Juan Carlos Marrero, aseguró que no se va a "engañar" a la gente ya que "aún se adeudan más de 100.000 euros a las empresas implicadas en el festival del año pasado" tras la gestión del gobierno local anterior.

Marrero recalcó que "el presupuesto de 2010 obliga a todo el consistorio a recortar gastos", máxime teniendo en cuenta que aún existen facturas sin cobrar con cargo al Festival de Cine Ecológico y que se tendrán que "pasar a una partida especial durante una sesión plenaria".

Además, el edil aludió a la "pérdida de subvenciones estatales para el festival" porque los "responsables del gobierno local anterior no hicieron la tramitación pertinente". En este sentido, Marrero recordó que el Ministerio de Cultura concedió en 2008 una ayuda inicial de 50.000 euros cuando se planificaron para diciembre de aquel año unas jornadas de introducción al festival que finalmente no se desarrollaron y, además, se pidió otra subvención a la Fundación Biodiversidad "que también se perdió". Además, el responsable municipal aseguró que "el área de Cultura del Gobierno de Canarias sí que aportó una parte del capital, pero "aún no se ha justificado esa aportación económica".

En esta misma línea, Marrero aludió al "sentido común" al asegurar que "no se pueden pedir más subvenciones hasta que se justifique la anterior". El edil criticó también que "el presupuesto inicial del festival ascendió a 300.000 euros que se sacaron de diferentes concejalías sin orden ni proyecto".

"Es una pena perderlo"

Por su parte, el director de la última edición que se celebró en mayo de 2009, el cineasta tinerfeño David Baute, aseguró que "es una pena que se pierda un festival de esta categoría después de haber hecho un gran esfuerzo para recuperarlo", sobre todo teniendo en cuenta que "estuvo parado durante catorce años".

Baute apeló a la importancia "nacional e internacional" de este evento cinematográfico por su "temática tan específica", al tiempo que recordó el reconocimiento al festival por parte de productoras de todo el mundo dedicadas a la temática ecológica.

El cineasta habló del esfuerzo realizado no sólo por parte de las instituciones públicas, sino también de "un equipo de gente que se coordinó para sacarlo adelante", por lo que avanzó que "dejar caer de nuevo el festival puede suponer su muerte total", hecho que a juicio de Baute "es lo más grave".

Por último, el director de cine señaló que "ahora debería ser el Gobierno regional el que mueva ficha para no perder el festival" ya que en su opinión "Canarias no se puede permitir el lujo de renunciar a este festival, independientemente de quién lo organice".