I

Eres... la conexión directa con el alma,

la huella sin pasos del ande un caminante,

sobre la vereda multicolor de las flores.

La que habla de amores recién paridos,

las penas y desvaríos, de hombres solos y tristes.

II

Eres... la metáfora dormida, sobre las alfombras encantadas de genios imaginarios.

La canción de acordes fríos en cajas de resonancia.

Inspiración de poetas y bohemios malheridos por las ventanas vacías.

Bufones coloridos.

Aire limpio que te cruzas al vuelo de un ruiseñor.

III

Eres la paciente palabra, el sosiego de las angustias.

El lenguaje del corazón, pantomima de las palabras,

elevación de un cometa a la deriva.

El rumbo de un viajero perdido.

Brújulas del corazón de amantes distraídos.

IV

Eres el cauce de un río agotado por tiempo.

La calma en la tempestad, de las olas y los vientos.

Testigo de amores fríos, de conveniencias y desafíos,

de las mentiras y las verdades,

de versos tristes y muertos.

V

Escultora de sentimientos, Alonsos e Isabeles.

Palabras sin hablar, de miradas parlanchinas.

De lo eterno, de momentos en vuelos de golondrinas,

expresando miradas ausentes,

el volver a empezar, por escarpados caminos.

Luis Daniel Aguirre