El escritor vasco Unai Elorriaga, conocido por el éxito de su novela ''Un tranvía en Sp'' ha presentado hoy en Sevilla su nueva novela, ''Londres es de cartón'' (Alfaguara), y ha reconocido que ha cambiado "radicalmente" para poder escribirla.

Elorriaga ha señalado, en una entrevista concedida a Efe, que ha sido un proceso "duro" ya que ha cambiado de "registro, de estilos y de temas", lo que ha requerido "un trabajo previo donde tuve que cambiar toda mi forma de ver la literatura".

Para Elorriaga, uno de los objetivos "más evidentes del arte es sorprender" ya que, como ha apuntado, si "siempre llevas el mismo sistema de escritura, el lector se puede acostumbrar", por lo que ha asumido "una apuesta en la que no sepan a lo que se están enfrentando".

El escritor narra en su cuarta novela un escenario y un tiempo alegórico para retratar la esencia de las dictaduras y las repercusiones que tiene en las personas la desaparición hace 20 años de la hermana de Phineas, Sora, que anuncia en una carta que volverá a casa durante el verano.

Un tema, el de las relaciones personales, que conforma la base "central" de toda la novela porque, como ha puntualizado, "el protagonista no sabe realmente qué relación tiene su hermana", un personaje "presente ausente" descrito desde muchos puntos de vista "pero nunca desde el suyo propio, por lo que es el propio lector el que tiene que construir su propia imagen de ella".

Para ello, ha empleado nombres poco conocidos con el objetivo de "deslocalizar la novela" porque, como ha considerado, "al elegir el nombre ya le das una historia, una geografía concreta y una cronología", al igual que ha hecho con el escenario, puesto que lo que ha pretendido es que la gente "empiece virgen a leer el libro".

Ambientado en una dictadura, Elorriaga ha señalado que lo ha contado "desde fuera, sin decir quién era bueno o malo", con lo que ha conseguido "tener una cierta distancia" ofreciendo "reflexiones desde todos los aspectos para que cada uno saque sus propias conclusiones".

Y todo ello con el tema subyacente de las enfermedades mentales, "uno de los temas más apasionantes y que seguramente tocaré en otros libros" ha reconocido el autor, ya que, como ha añadido, se ha dado cuenta de que es cerebro "y sin él no sería nada".

Para ello, ha leído libros, sobre todo literatura en la que aparecía algún tipo de enfermedad mental y ha conocido y hablado con psiquiatras, pero ha apuntado que lo más interesante fue "el trato con los enfermos" cuando entró de voluntario en una especie de hospital de día para personas con estas enfermedades.

Uno de las características del personaje de Phineas es que todas las tardes sube al tejado número 17 con sus amigos para vigilar las dos entradas al pueblo: la carretera y la estación de ferrocarril, un lugar por el que Elorriaga ha reconocido sentir "mucha atracción desde pequeño".

Finalmente, el autor ha adelantado que ya tiene "varios flashes" sobre su próxima novela y ha admitido que, entre diversos temas, tiene en pensamiento "el fusilamiento de Ceaucescu y su mujer, pero aún no sé lo que haré al final".