Después de dos décadas dedicada a la música, la cantante tinerfeña Lidia ultima ya su primer trabajo discográfico, un disco con el que la joven se desvincula de sus raíces de música tradicional para sumergirse en los ritmos modernos.

Se inició en el mundo de las sonoridades cuando tan sólo tenía seis años, y la primera etapa de su trayectoria estuvo vinculada a las rondallas. Pese a que en este tipo de agrupación se sentía cómoda, a los trece años decidió desviar su camino.

"Siempre me gustó cantar, desde que era muy niña. Primero pasé por una rondalla, y a raíz de esta experiencia me presenté a un concurso infantil y quedé entre las veinte primeras. En ese momento me di cuenta de que esto era lo mío. Pero con el paso del tiempo advertí que me sentía más identificada con estilos más actuales, y por eso decidí centrar mi carrera en este tipo de música", explicó la cantante.

Pese a que a lo largo de su trayectoria ha interpretado cumbias, canciones de salsa y otro tipo de estilos, Lidia ha centrado su primer trabajo en la música disco que sonaba en los años 80.

"Creo que este tipo de ritmos es lo que hace falta en la actualidad. La música actual está demasiado sobrecargada por la mezcla abusiva de ritmos e instrumentos, en los que casi no se puede identificar ningún elemento. Por ello decidí volver hacia atrás, hacia unos sonidos más puros que siguen una línea básica caracterizada por ritmos alegres y pegadizos", explica la joven, quien manifiesta la necesidad "de recuperar la verdadera esencia de una música que respondía a planteamientos sencillos y puros y que despertaba en la gente las ganas de divertirse y bailar".

Aunque aún no ha finalizado la grabación de su disco, Lidia adelanta que estará compuesto por doce temas, entre ellas una balada. "Todas las canciones son versiones de grupos destacados como Alaska, salvo dos que sí son inéditos", detalla la cantante, quien destaca de forma especial la canción "Libérame", "un tema que habla de una persona que se enamora, y que ha sufrido una gran decepción y quiere liberarse de ese sentimiento". Aunque lo cierto es que cada uno puede interpretar esta canción a su manera y llevarla a una especie de liberación personal". Pese a que el disco aún no posee título, Lidia propone que sea "Libérame el que dé le nombre al trabajo".

Con dos maquetas ya en el mercado, la cantante asegura que es muy complicado poder vivir de la música en Canarias. "Tuve claro desde muy joven que quería dedicarme a la música, pero en la Isla es muy complicado dedicarse exclusivamente a esta profesión. Por un lado, el número de espacios para actuar es limitado y, por otro, las discográficas no suelen apostar por nuevos sonidos como el que propongo en mi disco", señaló Lidia, quien afirmó que, pese a ello, continuará trabajando por su sueño.