Un micrófono gigante transportado por seis personas recogió hoy los sonidos de Roma, desde el ruido de las inmediaciones de la plaza de España hasta el rumor del agua de la Fontana di Trevi, para reivindicar la importancia de la acústica a la hora de definir el carácter de una ciudad.

La insólita postal con la que se encontraron los turistas de la capital italiana formaba parte de la "performance" "Sonorama Roma", puesta en marcha por primera vez en Italia por el grupo español "Escoitar.org", en colaboración con la Real Academia de España y la emisora Radio Città Futura.

"Con esta idea se pretende llamar la atención sobre la importancia del sonido como documento", señaló Chiu Longina, uno de los organizadores de la "performance", quien lamentó que no se hubiera realizado antes un trabajo de documentación histórica de estas características.

Vestidos con llamativos monos de trabajo de color naranja, seis jóvenes portaron durante casi dos horas un micrófono hinchable, de siete metros de longitud y 23 kilogramos de peso, por las calles más famosas del centro de la capital italiana ante la atónita mirada de paseantes y curiosos.

En su interior, un micrófono estéreo recogió los sonidos de la ciudad durante el "paseo acústico" y los transmitió a través de dos conexiones en directo con la emisora Radio Città Futura para que pudieran ser escuchados en todo el país.

El rumor del agua de la Fontana di Trevi, las monedas que caen en su interior, los flashes de las cámaras de fotos, los comentarios en varios idiomas de los turistas o el tráfico incesante de coches y motocicletas del centro histórico son parte de esta peculiar obra de arte que, con el paso del tiempo, pretende convertirse también en documento sonoro de la historia de la ciudad.

"Tradicionalmente se ha olvidado incorporar el sonido de los lugares a la hora de contar su historia", apuntó Chiu, quien insistió en que esta grabación "permitirá saber cómo era Roma en el pasado".

Una idea que mezcla imagen y sonido en una ciudad "ruidosamente bella", según el artista, y que intenta "llamar la atención a través del ojo para captar el interés sobre el oído", añadió.

Siguiendo un proyecto que nació hace años y que se ha desarrollado con anterioridad en otras ciudades españolas como Madrid, Córdoba o Las Palmas de Gran Canaria, sus creadores trasladaron hoy la idea a Roma para recuperar el valor del sonido en una de las ciudades con mayor potencial acústico del mundo.