SIEMPRE lleva un traje oscuro y detrás de su severidad se esconde un hombre de gran corazón e intelectualmente muy valioso, que logró el premio extraordinario en la Facultad de Económicas y, de la mano de su tío, don Ramón Areces, se convirtió en el tercer presidente de El Corte Inglés, la cuarta corporación española, por detrás de los otros gigantes: Repsol, Telefónica y Endesa.

Isidoro Álvarez nació en 1935 en el pueblo asturiano de Borondes, perteneciente al Concejo de Grado. Forma parte de una pléyade de extraordinarios asturianos, en la que se incluye a su tío, don Ramón, y al inolvidable Pepín Fernández, fundador de Galerías Preciados, empresa que andando los años sería adquirida por El Corte Inglés.

Isidoro Alvarez controla su organización con guante de seda. Ha logrado que los miles de empleados de la empresa se consideren una familia, depositen sus ahorros en la propia empresa y acudan constantemente a sus dirigentes en demanda de consejo y orientación. Parece imposible que una empresa de este calibre se mueva por estos parámetros.

Los datos de El Corte Inglés son impresionantes. Según el último balance, su volumen de negocios asciende a casi 16.000 millones de euros, los fondos propios superan los 6.500 millones y los beneficios del último ejercicio rebasaron los 650 millones de euros. Sus centros en Portugal y el proyectado para Roma significan las primeras aventuras de la empresa de Isidoro Álvarez fuera de España. En Portugal su empresa va lanzadísima.

Hombre austero y de pocas palabras públicas, huye de la notoriedad, lo que no ha podido impedir que importantes organismos le hayan distinguido, como el propio Gobierno que le concedió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, la Comunidad de Madrid, que le premió con su Medalla de Oro, y la Academia de la Historia, que le entregó asimismo su máxima condecoración.

Isidoro Álvarez suele viajar a todas las ciudades donde El Corte Inglés tiene sedes, ya sean de sus grandes almacenes o de Hipercor, Supercor u Opencor, además de las tiendas Sfera, todas ellas pertenecientes a la organización. Se fija hasta en la forma en que se coloca la mercancía y luego se reúne con sus directivos para discutir todos los temas, por insignificantes que parezcan. El Corte Inglés destaca asimismo en el sector de los viajes, con una red impresionante de agencias. Y en el de los seguros.

El momento cumbre de El Corte Inglés llegó cuando, en 1995, compró Galerías Preciados. Esta operación tuvo también una connotación romántica pues ambos fundadores -Ramón Areces y Pepín Fernández- fueron grandes amigos. Lamentablemente, no pudieron ver colmado el sueño de la fusión, que se produjo después de sus fallecimientos.

Isidoro Álvarez Álvarez es todo un referente del empresariado español. Se ha dicho de El Corte Inglés lo mismo que en Estados Unidos se comentaba de la General Motors: "Si es bueno para El Corte Inglés es bueno para el país". Su presidente forma parte de una lista reducida de grandes empresarios europeos y ofrece diariamente lecciones de humildad, de caballerosidad, de visión para los negocios y de hombría de bien.

Andrés Chaves