Arqueólogos mexicanos y estadounidenses descubrieron una tumba de unos 2.700 años de antigüedad dentro de los restos de una pirámide en el estado de Chiapas, sureste de México, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

"El hallazgo en este sitio de filiación zoque consiste en los restos óseos de cuatro individuos, dos de ellos vestidos con jade, utensilios de cerámica y otros objetos preciosos para la cultura y la época", precisó el Instituto en un comunicado.

El INAH añadió que este descubrimiento fue hecho por integrantes del Proyecto Arqueológico Chiapa de Corzo, donde participan especialistas del INAH, de la UNAM y de la Universidad Brigham Young de Utah, Estados Unidos.

Los científicos destacaron que por sus características se trata de la tumba de un alto personaje de la época y "podría ser la más antigua en su tipo en toda Mesoamérica", la cual permitirá ajustar las cronología de las culturas Olmeca y Maya, además de precisar que el uso de las pirámides como recintos funerarios "es más antiguo de lo que se había creído hasta ahora".

Los expertos indicaron que la cerámica encontrada ha permitido ubicar el sitio en el período clásico medio, entre los 700 y 500 años a. C., lo cual se confirmará con estudios de carbono 14, estroncio y ADN de las osamentas y objetos.

El INAH detalló que el hallazgo consiste en una cámara funeraria con un anexo dentro de una de las estructuras más tempranas "del montículo 11 de Chiapa de Corzo, una pirámide que debió tener entre 6 y 7 metros de altura, escaleras de barro y un templo en la parte superior".

Agregó que en el interior de la tumba se encontraron las osamentas de tres individuos, uno correspondiente a un personaje de alto rango de unos 50 años, con ricos atavíos, con otras dos -una de un niño de un año y una más de un joven, que habrían sido depositados como acompañantes, "posiblemente sacrificados".

El personaje principal estaba ricamente adornado con cuentas de jade, un taparrabo con perlas, así como pendientes de jade de diversas formas colocadas en sus tobillos, rodillas, en pulseras y brazaletes, así como una máscara con ojos de obsidiana verde, un espejo de pirita y 15 vasijas.

Además, indicaron que en una cámara anexa se encontró una cuarta osamenta de una mujer, también con una gran ofrenda de jade y perlas, con pendientes y cuentas de ámbar, entre otros objetos.

Los arqueólogos destacaron la similitud de esta tumba con otras descubiertas a mediados del siglo pasado en La Venta Tabasco, uno de los principales centros de la cultura olmeca.