La obra de Pedro de Guezala, uno de los maestros que cultivaron el modernismo de raíz isleña en el arte canario de la primera mitad del siglo XX, resurge a partir de hoy en el Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, sede de una exposición antológica compuesta por 55 obras, la mayoría de ellas propiedad de la pinacoteca municipal, mientras que otras han sido cedidas por particulares en calidad de préstamo temporal.

La muestra, promovida por el Organismo Autónomo de Cultura (OAC) de Santa Cruz de Tenerife, se inaugurará a las 20:30 horas y podrá visitarse hasta el 21 de febrero.

En paralelo a la retrospectiva dedicada a Pedro de Guezala, el OAC promoverá una exposición itinerante de reproducciones de obras del artista canario, iniciativa que llevará a los colegios y asociaciones de vecinos de la capital con el fin de acercar a las jóvenes generaciones el trabajo del pintor.

Guezala (1896-1960) supo imprimir un personalísimo sello a sus campesinas, de hecho su maga pictórica ha quedado para siempre vinculada a su nombre y a la retina de las sucesivas generaciones de canarios. Todas las jóvenes llevadas al lienzo son serias, y aparecen absortas en sus pensamientos y respaldadas por un fondo de paisaje dominado por la sequedad de la tierra y con algún brote verde de cardones o piteras. Los objetos que portan, bernegales, gánigos, cestos, lecheros y garrafones, están tratados por el pintor con gran fidelidad y el carácter general de la composición, a juicio de la crítica, es el resultado de una intensa búsqueda de valores estéticos.

La inquietud artística del creador lagunero le llevó a cultivar otros géneros como el retrato, el paisaje, el bodegón y el desnudo, todos ellos representados en las salas del Museo Municipal.

Cabe señalar que parte de su extensa obra fue adquirida a los familiares por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para formar parte de los fondos de la pinacoteca capitalina, donde se halla el núcleo de su legado pictórico.