Abrir al público la casa en la que vivió en Lanzarote el Nobel de Literatura José Saramago supone una relevante contribución al patrimonio cultural universal que mantendrá viva la memoria del escritor a través de un patrimonio tangible, según dijo su biógrafo, Fernando Gómez Aguilera.

Gómez Aguilera, profundo conocedor de la obra del fallecido novelista portugués, Premio Nobel de Literatura 1998 y autor entra otros de la obra "José Saramago. La consistencia de los sueños" destacó que el hecho de abrir al público la casa de Saramago "pone en valor un legado físico, que es la casa, pero también un legado de huellas de vida (el del ámbito doméstico) del escritor, en el que se acumulan resonancias de la vida cotidiana".

En declaraciones a Efe, el biógrafo del Noble indicó que "aquí, en su casa de Lanzarote vivió con Pilar, aquí imaginó y escribió grandes libros; desde aquí se proyectó como una de las grandes conciencias del mundo; aquí pensó muchas de sus ideas solidarias incómodas, aquí regresó con el Nobel y aquí murió".

Para Gómez Aguilera, "en su casa y su biblioteca de Lanzarote se conserva el rastro íntimo y personal más importante, más directo y más próximo de la vida de Saramago".

El próximo viernes, coincidiendo con los nueve meses de su fallecimiento, está previsto el acto oficial de apertura al público de la "A Casa", la residencia en la que vivió sus últimos años el Nóbel de Literatura José Saramago, situada en el municipio lanzaroteño de Tías.

Gómez Aguilera considera que para Lanzarote, Canarias y España en general, la apertura constituye un acontecimiento cultural porque vincula para la posteridad la memoria de Saramago a Lanzarote, Canarias y España a través de un patrimonio tangible de "extraordinario valor".

Recuerda que se trata de la casa en la que el Nóbel vivió los 17 últimos años de su vida, que sin duda fueron los de su mayor proyección como escritor.

Destacó que con la apertura de este espacio "se crea un nuevo polo cultural que va a contribuir a cualificar la oferta cultural de la isla y, por lo tanto, dará más valor y más riqueza a la isla".

En este sentido recordó que en Lanzarote se crea ahora un triángulo cultural estratégico de una proyección excepcional, formado por los valores naturales de la isla, la obra de César Manrique y la casa en la que residió y creó varias de sus obras el desaparecido premio Nobel de Literatura.

Gómez Aguilera considera que la sociedad debe recibir la apertura de la casa de Saramago como un extraordinario regalo gracias a la generosidad de la presidenta de la Fundación José Saramago y compañera del escritor, Pilar del Río.

El biógrafo de Saramago explicó que el escritor portugués se refugió en la isla de los volcanes en 1993 tras abandonar Portugal por la censura que en su país sufrió su obra " El Evangelio según Jesucristo" y recordó que escribió luego en su casa de Tías su "Ensayo sobre la Ceguera".

El también responsable de la Fundación César Manrique, con la que Saramago estaba muy vinculado, ya que compartía el ideario del fallecido artista lanzaroteño, recordó que antes de fijar su residencia permanente en Lanzarote junto a su mujer, Pilar del Río, José Saramago había viajado a Canarias con anterioridad.

Concretamente lo hizo a Tenerife, en una primera ocasión, y en un segundo viaje que compartió entre Gran Canaria y la isla de los volcanes.

Sin embargo, la decisión de vivir en Lanzarote la tomó cuando regresó a Lanzarote en la Navidad de 1992 para visitar a la hermana de Pilar, María del Río, y a su esposo, Javier Pérez, que ya residían en la isla desde hacía años.

Fue así como Saramago y Pilar se instalaron en 1993 en la casa de la calle de Los Topes del municipio de Tías donde el escritor portugués falleció, a los 87 años.