"El banquero anarquista", una de las obras menos conocidas del genio portugués Fernando Pessoa, ha sido reeditada por Berenice y traducida por el poeta onubense Manuel Moya, que la considera "una cabriola lógica", mientras que la editorial la ofrece como "lectura imprescindible en tiempos de crisis".

Ante la pregunta de por qué una nueva edición de este libro, el director de Berenice, David González Romero, explica que "hay muchísimas respuestas, aunque no parecen necesarias a tenor de lo que dijo el crítico literario George Steiner refiriéndose a Pessoa: ''Cualquier fecha será excepcional si algún traductor o editor lleva a los lectores un regalo tan generoso''".

González Romero considera que "quizás la respuesta más oportuna es que ya Pessoa en 1922 dejó muy claro que la banca siempre gana; en nuestros días es evidentísimo que si quieres vivir sin los sometimientos del día a día, que están ahí por muy invisibles que sean, y quieres lograr tu propia libertad, parece que no queda otra solución que hacerse banquero."

Pessoa plantea en esta obra "una paradoja, muy al modo anglosajón, cercana a las chestertonianas, en la que pone en evidencia todas las grandes soluciones sociales del hombre en tiempo de crisis", añade.

Escrito en 1922, el relato "anticipa una lucidísima crítica a la solución comunista sólo cinco años después de la Revolución de Octubre; de fondo hay también una certera puesta en solfa de los mecanismos del capitalismo, muy válida en nuestros días, y una clara conciencia de que la crisis está asegurada cuando el dinero es el fin; el dinero para Pessoa es un medio para conquistar la libertad individual", según González Romero.

En plena posguerra mundial, Pessoa "detecta que el mundo moderno capitalista sufrirá crisis constantes y ve que el hombre no va a poder superarlas con grandes soluciones debido a su inclinación natural al individualismo, de ahí que intente aunar las dos vías que le son más cercanas, el liberalismo burgués en el que se ha desenvuelto vitalmente y el anarquismo como liberación del individuo ante cualquier poder constituido".

Según el traductor, Manuel Moya, "la trama se resume en una gran cabriola lógica, una auténtica paradoja, un hombre al que desde los principios del anarquismo más férreo no le queda otra que conquistar su libertad individual precisamente desde la práctica del opuesto, el capitalismo, y la conquista del dinero."

Tanto editorial como editor coinciden en darle a esta pieza suelta "un claro y alargado contexto en la obra de Pessoa" por estar convencidos de que "va a ser un pequeño descubrimiento para muchos lectores el que este relato esté acompañado de todos los fragmentos del ''Libro del desasosiego'' que podemos adscribir a lo que el propio Pessoa llamó ''ficciones sociales''".

De este modo, este relato, una de las escasas prosas que publicó Pessoa en vida y que él consideraba como una de las cabeceras posibles de sus obras completas, deja de ser una pieza suelta y se integra de forma íntima con el resto de la obra del más grande genio de las letras portuguesas.

Manuel Moya, poeta, escritor y traductor, es asiduo de la obra de Pessoa y tiene una versión completa del "Libro del desasosiego" (Baile del Sol, 2010).

Moya es conocido por estar detrás de la obra poética de Violeta C. Rangel, editada por Hiperión, y acaba de recibir el premio Fernando Quiñones por su novela "Las cenizas de abril", un trama ambientada en la revolución portuguesa de los claveles.