Dice el escritor argentino Oliverio Coelho que su nueva obra, "Un hombre llamado lobo", no es una novela sobre el amor, sino sobre su aprendizaje.

Este aprendizaje, sostiene Coelho en una entrevista con Efe, no tiene ni maestros ni manual de instrucciones, por lo que cada personaje de su novela debe enfrentarse a los cursos de este sentimiento con el único bagaje de sus sensaciones y de sus esperanzas.

Pero "Un hombre llamado lobo" es también una novela sobre la familia, ese gran filón de la narrativa mundial que, pese a sus múltiples cambios a lo largo de los siglos, permite adentrase en los pequeños mundos que forman sus miembros.

La familia de la que habla Coelho es una familia frustrada: la tradicional "familia burguesa" que desea el protagonista se deshace en poco tiempo, lo que provoca el deambular de sus miembros, buscándose entre sí y buscándose a ellos mismos.

Oliverio Coelho confronta a ese personaje masculino partidario de esa familia tradicional burguesa de toda la vida con una mujer que no la desea, que se encuentra ahogada en ese mundo y con el que rompe por una necesidad casi vital.

La imposibilidad de que esa familia burguesa perdure es, según Coelho, el desencadenante de una trama compleja y diversa que el escritor argentino entiende que, en realidad, constituye varias novelas en una.

Los miembros de esta familia deambulan por la vida con sus propias contradicciones internas, pero también lo hacen físicamente: de la gran ciudad a la Pampa.

Ese viaje a la llanura argentina podría inscribirse en el género "road", pero Coelho prefiere denominarlo de "novela pampeana", un lugar remoto "regido por códigos diferentes a los de una gran ciudad".

"Allí -ha asegurado el autor-, perviven tics de la dictadura, restos del fascismo que se forjaron en los años 70. Se trata de sociedades cerradas, dominadas por poderes ocultos" que, a la postre, todo el mundo sabe quiénes son, pero que nadie menciona en público.

Lobo quiere "una vida superior", se replantea toda su existencia y, sobre todo, el sentido de las relaciones amorosas, que le marcan a él y al resto de los personajes de la novela, ya que "todos -dice el autor- buscan el deseo de aprende a amar".

No se trata sólo del amor entre un hombre y una mujer, sino también entre padre e hijo, y entre las abuelas y sus nietos.

Entiende Coelho que sus personajes masculinos parece que no están preparados para entender la feminidad y sostiene que "El problema es de los hombres, no de las mujeres".

Paternidad y maternidad son términos vinculados tradicionalmente a la familia, pero en "Un hombre llamado lobo" Coelho considera que la segunda no es tan "volátil" como la primera.

"Un hombre llamado lobo", editada por Duomo Nefelibara, es la séptima novela de este escritor argentino (Buenos Aires, 1977), que ha recibido, entre otras distinciones, el premio latinoamericano Edmundo Valadés, en México, y el premio nacional Iniciación de Argentina.