El montaje ''Las zapatillas rojas'' viaja a los años 40 en un espectáculo en el que Ballet Madrid une danza y narrativa. El Teatro Hägen Dazs Calderón de Madrid acogerá este montaje del 14 de abril al 2 de mayo.

Esta representación cuenta una historia de amor y de fama. Una estrella de la radio interpreta el papel de Karen, la bailarina principal, en cuya piel se introduce Vanessa Perrier. Personaje e intérprete se desdoblarán en un mismo escenario, donde la danza y la radio se mostrarán como dos géneros cuyos protagonistas fueron víctimas de su propio éxito.

María Graciani, responsable de la dramaturgia, ha destacado este lunes en la presentación que se trata de un "ballet narrativo, algo que actualmente no existe". En este sentido, ha indicado que es un gran momento para que el público acoja este tipo de espectáculo.

"Hay que atreverse a contar nuevas historias para que el público se enganche a la danza. Hacer un clásico, neoclásico o contemporáneo que el público entendiera, es la línea que queremos seguir, para que el espectador se vaya con una emoción y lo entienda", señala Graciani.

En total, el espectáculo cuenta con 11 bailarines, quienes se ponen bajo las órdenes del coreógrafo Pascal Touzeau. Durante cerca de tres semanas, los protagonistas de ''las zapatillas rojas'' han trabajado "casi sin descanso y sin días libres" para sacar a la luz este proyecto, ha indicado la responsable del libreto.

La música de este montaje es original y ha sido compuesta por Emilio Galiacho. El músico ha orquestado la partitura de este ballet desde un punto "claramente narrativo y visual", aunque también ha destacado la melodía como impulsor de las emociones.

APUESTA "DE RIESGO"

Todo en este ballet supone una "apuesta de riesgo absoluto", ya que se trata de un proyecto privado que no recibe ni ayudas ni subvenciones, algo de lo que la compañía se siente "orgullosa", según han señalado.

"En España el mundo de la cultura está en manos de la Administración, por ello venimos de fuera, buscando hacer viable este proyecto", ha destacado Graciani. Según indica, desde que Ballet Madrid fue creada en 2004 han visitado como nómadas multitud de países, entre los que destaca México o Rusia, con los montajes ''La leyenda del Cascanueces'', ''El toro y la luna'' y ''El sueño de una noche de verano''.

Para la compañía, el principal objetivo es conseguir que diferentes expresiones artísticas dejen de permanecer en lugares cerrados, para crear, a partir del cine, la danza y la palabra, otras expresiones plásticas y emocionales.