El rey ha valorado hoy la "excelencia literaria" y el "deslumbrante universo imaginativo" de Ana María Matute al hacer entrega del Premio Cervantes a la escritora catalana, a quien ha elogiado como "una de las narradoras más destacadas y brillantes de habla hispana".

Los reyes han presidido esta mañana la tradicional ceremonia de entrega del Premio Miguel de Cervantes de las Letras en su habitual escenario del paraninfo de la universidad de Alcalá de Henares, un acto al que han asistido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la jefa del Ejecutivo autonómico madrileño, Esperanza Aguirre, junto a autoridades locales y académicas.

En su discurso de clausura de la ceremonia, Don Juan Carlos ha dedicado asimismo unas palabras de homenaje a Gonzalo Rojas, fallecido el pasado lunes, de quien ha recordado el "encendido elogio de la palabra" que el propio poeta chileno dedicó a Cervantes en ese mismo lugar hace seis años, al recibir el premio más importante de las letras en español.

Tras destacar el "inconfundible sello cervantino" que caracteriza toda la obra de Ana María Matute, el Rey ha rememorado la trayectoria vital de la premiada y ha subrayado que la tragedia de la guerra civil dejó "una huella imborrable en su alma infantil y juvenil", que ha quedado grabada en gran parte de su producción "moldeada desde el prisma de la niñez".

En este contexto, ha llamado la atención sobre el hecho de que la autora catalana considere la literatura como "una forma de extraer de uno mismo el malestar del mundo, una suerte de rebelión íntima" convertida en "un estado natural que ayuda a trascender las etapas de soledad por las que, tantas veces, transita la vida".

"Sus logros tienen el valor del talento, así como de la fortaleza y del coraje", ha recalcado el jefe del Estado, antes de agradecer que el genio de la escritora "haya hecho pensar, sentir y soñar a tantos lectores, de todo el mundo y de todas las edades", con una "técnica depurada y excelente, que únicamente pertenece a los mejores maestros".

Ha aludido en este sentido a las cualidades que distinguen el trabajo literario de la premiada, entre las que ha destacado "su fina sensibilidad, su capacidad creativa y su reconocida maestría para convertir la realidad -por dura que sea- en hermosas palabras, relatos, cuentos y novelas".

No ha querido tampoco dejar de recordar la condición de académica de Ana María Matute (Barcelona, 1925) estrechamente relacionada con "su amor por la musicalidad del lenguaje al jugar con el ritmo de las palabras y con el de la entonación", que hacen realidad en la premiada las dos virtudes que Cervantes predicó de los cuentos: "Unos encierran y tienen la gracia en ellos mismos, otros en el modo de contarlos".