El escritor Javier Marías reflexiona en su última novela, ''Los enamoramientos'' (Alfaguara), sobre este estado, del que piensa que "no es puramente químico ni animal", ya que el elemento racional "interviene mucho" dejando de tener validez "el mito de que el amor es inevitable", reflexiones que narra la protagonista de esta obra, la editora María Dolz.

En un encuentro con los periodistas este lunes en el Hotel Inglaterra de Sevilla, Marías ha manifestado que, a pesar de que la ciencia interviene en el enamoramiento, "hay un elemento que la misma parece olvidar, y es que, existe una mente, que interviene mucho", a lo que ha añadido que "hay veces que la gente se frena, o bien, decide o consiente enamorarse" y la prueba de esto está en que "al principio de una relación no es muy difícil acabar con ella si uno de los componentes ve que la otra persona no le conviene".

Ante la pregunta de "si es más frecuente matar por amor que morir por amor", el escritor y autor de artículos de opinión de ''El País Semanal'' ha sonreído señalado que "hoy día creo que es más frecuente matar por amor, porque morir por amor no creo que se suela dar". No obstante, ha querido aclarar, en cuanto a la primera idea, que "depende de cómo se entienda, ya que muchos de los numerosos asesinos de violencia doméstica es muy probable que piensen que han matado a su pareja por amor".

De otro lado, y en cuanto a "si el amor puede soportar la realidad más cruda", Marías se ha mostrado convencido de que "la verdad cruda, desnuda y moral es difícil de soportar en todos los casos, no solo en el amor" y ha aprovechado para recordar la novela que escribió hace casi 20 años, ''Corazón tan blanco'', que trataba sobre el secreto y su posible conveniencia, y en la que "se mostraba que no todo debe contarse ni se debe saber", apuntando que "hoy día la sociedad tiene la tendencia a querer saber todo".

Al respecto, ha detallado que, "a veces, hace falta mucho valor para decir que no se quiere saber algo" y se ha vuelto a referir a ''Corazón tan blanco'' para mencionar que en ella incluyó la frase "los oídos no tienen párpados", que se refiere a que "cuando prevemos que no queremos ver algo, cerramos un poco los ojos y lo evitamos, pero con los oídos no se puede hacer eso porque, si me quieren contar algo, yo estoy inerme ante ello". Así, ha concluido que "hay muchas cosas que es preferible ignorar y que, en contra de que esta actitud pueda parecer cobarde, hace falta mucho valor para decir que no se quiere saber algo".

"LA NOVELA ES LO CONTRARIO A UN JUICIO"

Por otra parte, Marías ha aseverado que ''Los enamoramientos'' no tiene una intención didáctica ni aleccionadora, puesto que "detesto la novela moralista que intenta exponer una tesis o dar lecciones". "No es la función de la novela, que es lo contrario de un juicio, en el cuál se atiende poco a los motivos y solo se tienen presentes los hechos", ha apostillado.

En este sentido, ha expresado que en su última novela "se asiste a los motivos y a la razones, aunque hay dilemas de tipo ético y moral, como los hay en la mayoría de las novelas que me han gustado", al objeto de reflexionar sobre "qué hacer ante una situación determinada, qué actitud tomar y hasta qué punto creer lo que se nos cuenta", agregando que este estado dubitativo le parece bien, "sobre todo en una época en la que parece que la gente está muy segura de lo que dice".

En esta línea, el escritor ha argumentado que "en España enseguida se tiene opinión de algo que ha sucedido", sin embargo, ha ejemplificado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "estuvo 16 horas dando vueltas al asunto de Osama Bin Laden", mientras que los españoles, a los diez minutos de conocer la noticia, ya se estaban posicionando.

De esta forma, ha mencionado que "hay cosas que no están muy claras, para las cuales habría que reflexionar, e incluso, en ocasiones no llegaríamos a verlo nunca claro". Así, Marías ha criticado la "rotundidad" con la que la sociedad española opina, de inmediato, sobre algo que sucede y que no tiene por qué ser opinable, y ha añadido que "hay muchas cuestiones de la vida y de la sociedad sobre las que yo, que me pagan por opinar, no tengo opinión".

"LA LITERATURA NO ILUMINA"

Asimismo, ha destacado que, como dijera el escritor norteamericano William Faulkner, "la literatura no ilumina nada, es más o menos como una cerilla que se enciende en mitad de la noche, que solo ilumina cuanta oscuridad hay alrededor". Normalmente la literatura "no da respuestas, sino que muestra lo que hay alrededor, muchas inseguridades, penumbra, incógnitas y la imposibilidad de saber nada a ciencia cierta".

El escritor madrileño, de cuya primera publicación, ''Los dominios del lobo'', se cumplen 40 años al haberla escrito Marías con 19, afirma que tiene "una cierta sensación de que han sido 40 años de tanteo" y que este comentario "no es algo modesto, es la realidad y, en cierto sentido, molesto para mí", pues, ha puntualizado, "al cabo de tanto tiempo sigo sin tener seguridad, cada vez que empiezo una novela, incluso suponiendo que otras anteriores hayan salido bien, no tengo la garantía, en absoluto, de que la siguiente también saldrá así".

De esta manera, ha indicado que "nadie tiene garantizado el talento, en el supuesto de que lo haya tenido alguna vez", volviendo a aludir a Faulkner, en cuya bibliografía "la mayor parte de los grandes libros que escribió pertenecen a un período de diez años", aunque escribiera "otros títulos buenos e interesantes antes y después".

Por último, Marías ha trasladado a los periodistas su pensamiento de que "la Cultura no puede ser gratuita", ya que si es así es "porque la paga el Estado" teniendo en cuenta que "ningún escritor, cantante o cineasta va a seguir trabajando para no ganar nada a cambio". Además, ha detallado, una cultura subvencionada significaría "escribir solo lo que dice el Estado que se escriba". "Se haría bazofia, sería una cultura hecha por funcionarios" y, por tanto, "un disparate", ha concluido el escritor.