El informático Jordi Losantos ha ganado hoy el premio de literatura infantil El Barco de Vapor con la obra "Leo, el camaleó daltònic" ("Leo, el camaleón daltónico"), mientras que Santi Baró ha sido galardonado con el de narrativa juvenil Gran Angular por la obra "La Gran O", ambos dotados con 15.000 euros.

La obra ganadora de la XXVII edición del premio Barco de Vapor, convocado por el grupo SM, está protagonizada por un camaleón daltónico y trata sobre el valor de la amistad y del trabajo en equipo, y competía con otros 58 originales.

En el caso de "La Gran O", que se enfrentaba con una treintena de manuscritos, la novela refleja la relación que establecen una escritora consagrada entre el público adolescente y una misteriosa muchacha que se siente rechazada por todo el mundo.

El barcelonés Losantos, que debuta en el ámbito de la literatura y que se considera un "científico de letras", ha explicado en rueda de prensa que el detonante para ponerse ante un ordenador y fantasear con un personaje que tenía en su cabeza desde hace años fue un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la empresa en la que trabajaba.

Admirador de Paul Auster, Quim Monzó y Philip Roth, entre otros autores, ha indicado que el año pasado, con más tiempo libre por las tardes, inició un curso de escritura y gracias a uno de los ejercicios que le propusieron dio vida a Leo, un camaleón daltónico que abandona la comunidad en la que vive "consciente de que es una amenaza para ellos", ya que no puede cazar bien.

La conocida ilustradora Cristina Losantos, hermana de Jordi, se encargará de los dibujos de esta obra, que se puede leer a partir de los siete años, y que se encontrará en las librerías, igual que "La Gran O", a partir de septiembre.

En el caso del premio del Gran Angular, el escritor Santi Baró, que hace unos meses también obtuvo el Barcanova juvenil, ha indicado que ha elaborado un artefacto literario con trampa, en el que aparecen cuestiones como la anorexia.

La obra explica la relación que surge entre Laura Bac, una escritora consagrada entre el público adolescente, y una muchacha, Ona Castellví, que se le presenta como una admiradora y que un día le cuenta que se siente rechazada por todo el mundo.

El diálogo que establecen ambos personajes es a través de correos electrónicos, con el lenguaje que se emplea en este tipo de comunicación.

Baró, nacido en Olesa de Montserrat (Barcelona) hace 46 años, cree que el público adolescente se podrá sentir muy identificado con la historia y, de hecho, ha confesado que su hija y sus amigas de 17 años le han ayudado.

Dedicado a la escritura en exclusiva desde hace un par de años, Santi Baró fue finalista del Ramon Llull en 2008.