La editorial Berenice acaba de publicar "El dueño del átomo", de Ramón Gómez de la Serna, un libro de relatos en el que el autor anticipó, en 1928, tanto la bomba atómica como los peligros de la energía nuclear.

"El dueño del átomo", primer texto del volumen, seguido de otros ocho relatos novelescos de diversa índole y temática, narra la historia de un físico obsesionado con someter la energía del átomo y dominar el mundo.

La precisión y el detalle de Gómez de la Serna hacen de la suya una intuición técnica en la que, "sin necesidad de la física ni del cálculo", muestra las consecuencias del principio de la fisión nuclear, ha informado la editorial.

La capacidad irónicamente realista del autor hace que su relato se lea casi como un presentimiento poético más que como un invento al modo de la ciencia-ficción clásica, aunque la trama y su final parabólico lo convierten en una lectura siempre actual sobre la aplicación técnica, el conocimiento humano y los límites del hombre, según los editores.

En el prólogo de esta edición, el escritor Juan Bonilla afirma que Gómez de la Serna es "un autor que deslumbra y que, por encima de todas las demás virtudes de su obra irregular, excesiva, prolífica, conserva siempre una marca personal y reconocible, haga lo que haga", lo que le convierte "en autor inclasificable, o al que sólo se le puede clasificar en un departamento que lleve su propio nombre".

El libro incluye otros ocho relatos que versan, entre otros temas, sobre la importancia de una capa, los dilemas de una casa triangular, la teatral y pobre casa de comidas apodada "El Ruso" y la gripe.

Ramón Gómez de la Serna, (Madrid, 1888- Buenos Aires, 1963) fue un autor prolífico que cultivó multitud de géneros, además de un incansable divulgador de las vanguardias artísticas y autor de un centenar de títulos e inventor de la greguería, lo que lo sitúa como uno de los más sorprendentes escritores modernos españoles.

Con este nuevo título, Berenice sigue recuperando literatura española fantástica, de anticipación y de ciencia-ficción, como ya hicieron con la "Antropocultura", de Silverio Lanza, o "La bomba increíble" de Pedro Salinas.