Javier González de Durana, que afronta su última semana como director artístico del Tenerife Espacio de las Artes (TEA), ha afirmado que el reto de este espacio es la internacionalización de su programación y poner en pie de igualdad a los artistas canarios, en los que ha descubierto "un tesoro".

Así lo manifestó González de Durana en un encuentro con los medios de comunicación con motivo de su despedida como director artístico del TEA, puesto que ocupa desde la inauguración del centro, en octubre de 2008, y que deja para asumir la dirección del Museo Balenciaga de Guetaria, en Guipúzcoa.

Javier González de Durana señaló que la programación del TEA tiene que estar en el mismo plano internacional que su arquitectura, diseñada por los suizos Herzog y De Meuron, que es el paso que debe dar su sucesor y que para él es una de las cosas "que se han quedado en la cuneta".

"Abrimos el museo en la peor época posible, cuando la crisis empezó a manifestarse con gravedad", rememoró González de Durana, quien admitió que entre sus proyectos iniciales se encontraban los de establecer colaboraciones con la Tate Modern y el Reino Sofía, un "imposible emparejamiento" ante la disparidad de presupuestos.

Esto fue compensado tras descubrir "bien temprano" el potencial artístico de Canarias, por lo que se ha entregado "con entusiasmo" a la proyección de los artistas locales.

Ello no implica que se arrepienta de las acciones desarrolladas, a las que no hubiera renunciado ni con un presupuesto "de mil millones de euros", pero advirtió de que si no se quiere bajar el nivel el TEA debe hablar "de tú a tú" con museos de su mismo rango y ser "positivamente ambicioso", aún con la consciencia de que las limitaciones presupuestarias van a perdurar.

Además hay que romper las barreras y la tentación de crear "una isla artificial de que somos lo mejor" confrontando a los artistas locales con los internacionales "para que sea vea que los de aquí son igual de buenos".

Javier González de Durana, quien señaló que en lo personal ha quedado "atrapado por Tenerife: ha sido un deslumbramiento", indicó también que lo más complicado de su labor al frente del TEA, lo más "heroico e interesante", ha sido lanzar a la navegación "a este enorme barco con una tripulación, lleno de carburante y una meta a la que llegar".

"TEA es el rostro cultural, el embajador de Tenerife, porque un museo es el espejo de la sociedad", apuntó su director artístico, quien detalló que se han asumido iniciativas "con cierto riesgo", como "Área 60", en la que los proyectos han sido coordinados por un comisario externo y se pidió a los artistas "que se disparatasen".

Sobre sus relaciones con el Cabildo de Tenerife, propietario del TEA, mostró su certeza de que ha sido "la piedra en el zapato" del director insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de la Rosa, y al contrario, pero "hemos caminado" a pesar de que "claro" que ha habido "discusiones y nos hemos mirado de arriba a abajo".

Al respecto Cristóbal de la Rosa dijo que la relación ha sido fluida pese a la diferencia de opiniones en algunas ocasiones, añadió que se ha sentido "muy cómodo" con González de Durana "y no lo hubiera dejado ir" y elogió su enorme capacidad profesional y su comportamiento "carente de afectación".

Sobre su marcha González de Durana dijo que se ha cumplido un ciclo "natural", cuando se siente que se ha hecho todo lo que se podía hacer y precisó que con anterioridad a la propuesta del Museo Balenciaga había recibido ofertas de otros centros que rechazó porque entonces sentía "que mi ciclo en el TEA aún no estaba maduro".