El asistente personal de Michael Jackson, Michael Amir Williams, y el jefe de su equipo de seguridad, Faheem Muhammad, describieron en la segunda jornada del juicio por la muerte del artista la caótica situación vivida en sus momentos finales y que presenciaron abatidos sus hijos mayores. Muhammad, una de las primeras personas en llegar a la habitación del cantante el fatídico día, explicó que se encontró a Prince Michael, de 14 años, en estado de shock sollozando de pie y a su hermana Paris, de 13 años, "destrozada" llorando en el suelo a la entrada de la estancia.

El guardaespaldas indicó que Jackson estaba tumbado en el suelo al lado de su cama, con los ojos abiertos y apariencia moribunda, mientras que el doctor Conrad Murray intentaba revivirle ante la atenta mirada del director de logística del artista, Alberto Álvarez, quien se había encargado de llamar ya a los servicios de emergencia. "¿Alguien sabe hacer la reanimación cardiopulmonar?", preguntó entonces Murray, según palabras de Muhammad.

La Fiscalía señala a Murray, de 58 años, como responsable de dar al artista una dosis letal de medicamentos, incluido propofol, y abandonar a su paciente en la habitación para atender llamadas telefónicas mientras el artista sucumbía.