''Eros, formas y azar'' es el título de la exposición retrospectiva que resume 53 años de trayectoria creativa del artista José Abad, una colección integrada por cuatrocientas obras, que puede contemplarse desde este lunes, día 17 de octubre, hasta el 28 de enero de 2012, en la Sala de Exposiciones del Espacio Cultural CajaCanarias, Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y distintas calles y plazas de esta capital, que acogen algunas de las piezas de mayor tamaño.

Los detalles y contenidos de esta macro instalación fueron revelados en conferencia de prensa por el propio autor y los máximos representantes de las instituciones que han colaborado en su organización: Álvaro Arvelo, presidente de CajaCanarias; José Manuel Bermúdez, alcalde de la ciudad, y Julio Pérez, consejero delegado de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife, según ha informado la entidad de ahorro.

El presidente de CajaCanarias explicó en su intervención que comparte con José Abad "un mismo tiempo vital, y eso delata que hemos caminado un territorio de vivencias semejantes, una memoria emocional que recorre los pasillos del Cabrera Pinto, y las calles de dos ciudades que nos vieron dar nuestros primeros pasos: Santa Cruz y La Laguna". CINCUENTA AÑOS ATRÁS

Recordó que ha sido en estas ciudades "donde se construye la mirada de José Abad. En Santa Cruz, el artista participa en la primera exposición colectiva organizada por el Ayuntamiento de la ciudad en el Círculo de Bellas Artes, hace ahora cincuenta años. Pero la primera escultura de José Abad presente en esta exposición fue realizada mucho antes, en 1958, lo que habla del temprano acercamiento de Abad a los lenguajes de la escultura. Para el artista el azar no es solo la energía que ordena la búsqueda de la forma: el azar es un principio rector en nuestras vidas".

Arvelo realizó una semblanza de los primeros pasos del artista, cuando conoce a Westerdahl, "y este lo conecta con el escultor Eduardo Gregorio; por Gregorio conoce a Manolo Millares. Todas estas personas fueron determinantes en su carrera, como lo fue su primer viaje a Italia. José Abad ha dicho alguna vez que ese viaje fue "la primera vez de todo", porque, sin duda, ese viaje supuso su salto al vacío, su encuentro con la modernidad y las vanguardias históricas que había conocido en las bibliotecas y en casa de los Westerdahl. Para entender lo audaz de ese salto habría que contar el paisaje cultural de la época que le tocó vivir a José Abad. Sería necesario explicar lo que supuso para un joven lagunero el despertar desencadenado tras su encuentro, en 1962, con una escultura de Henry Moore en Spoleto, o el salto sin red tras su visita a la Bienal de Venecia de 1964 donde triunfa el arte pop".

"La mirada de Abad --prosiguió Arvelo-- queda impregnada por estos hallazgos. A su regreso al taller de La Laguna en 1964, asume lo que debe ser el papel transgresor del arte y su responsabilidad como creador. Sabe que ese va a ser su destino, con todas las consecuencias, con la dureza que supone asumir una carrera a contra corriente, al margen de tendencias y modas." TRAYECTORIAS PARALELAS

También puso de relieve el paralelismo entre la trayectoria del artista y la de la propia exposición, ya que ''Eros, formas y azar'', arranca en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, "donde José Abad realizó su primera exposición individual en 1962, con la serie ''Tauromaquia'' y el Museo acoge ahora una revisión de sus inicios hasta mediados los años 70".

Por lo que respecta a la obra que alberga el Espacio Cultural CajaCanarias, indicó que recorre en nueve ámbitos "los principales núcleos temáticos de su obra"; mientras que sobre la obra situada en espacios públicos, en el entorno de la Plaza del Príncipe y San Clemente, "encontraremos una parte significativa de su obra y donde la calle funciona aquí como un ámbito que vincula los dos espacios expositivos de Santa Cruz de Tenerife.

El presidente de CajaCanarias también desveló que la última parte de la exposición, que podrá conocerse a partir de la próxima semana, tiene a La Laguna como protagonista y "presenta la obra más reciente del artista y su diálogo con escritores y poetas".

"Esta no es una exposición al uso --resumió Arvelo--. Como todo en Abad, su preparación ha supuesto un esfuerzo titánico, que ha exigido lo mejor de los equipos de CajaCanarias y de los Ayuntamientos de Santa Cruz y La Laguna. Hacer realidad esta exposición, ha sido como todo en la vida de Abad: una pelea contra los elementos. Más de 400 obras entre esculturas, dibujos, y grabados, llenarán de vida nuestras ciudades. Esta exposición tomará literalmente el corazón de Santa Cruz".