"Henos hablado todo el tiempo de datos, de números y de cifras para defender la cultura, pero para terminar hace falta un toque poético. No solo ofrecemos ocio y actividades para pasar el rato. Aparte de las necesidades físicas, hay algo más que damos precisamente nosotros. La cultura aporta ilusión y esperanza, y sin ambas no somos nada". Una cerrada ovación secundó estas palabras de Mark Peters, músico y empresario, que sirvieron como broche de oro a la convocatoria que hizo ayer del denominado "gabinete de crisis" del sector cultural contra el "brutal" recorte presupuestario anunciado por el Gobierno de Canarias.

Unas ciento cincuenta personas del mundo de la cultura, desde empresarios a gestores, pasando por artistas y creadores de todos los ámbitos, acudieron a la llamada de la plataforma provincial y llenaron el salón de actos del Círculo de Bellas Artes en Santa Cruz de Tenerife. A la misma hora, una repuesta similar obtuvieron los convocantes en el Gabinete Literario de Las Palmas.

La cultura canaria se planta ante lo que considera un paso casi definitivo hacia la desaparición de la industria cultural en el Archipiélago. Sus representantes quedan ahora en situación de "asamblea permanente" con una serie de medidas a tomar la próxima semana que convergen en tres vías.

En primer lugar, intentarán convencer al Gobierno y a los diputados del pacto CC-PSOE para que rectifiquen el borrador de las cuentas que el lunes se presenta en el Parlamento. Para ello, además de "pedir hora" para entrevistarse con el presidente y el consejero de Economía y Hacienda, habrá reuniones con los diputados de los partidos que sustentan ese pacto.

Por otro lado, los convocantes pedirán la solidaridad de la ciudadanía para que la gente conozca esta situación y se dé cuenta de la importancia que tiene la supervivencia del sector. Por último, trabajarán en pro de "la unidad de todos", incluidas las empresas de servicios que suministran a la cultura, algo que los organizadores reconocieron que "no será fácil".

En la rueda de prensa se apuntaron algunos datos. Por ejemplo, que de los 23,5 millones de euros previstos para 2012, diez se destinarán a pagar al personal de la Consejería, 8,5 para construir un pabellón de baloncesto en Gran Canaria y en torno a cinco a deportes y patrimonio. Para programas culturales quedarán 790.000 euros, unos cien mil por isla.

Algunos de los presentes compararon la situación creada por este recorte presupuestario con "una vuelta a la época de la dictadura franquista". En este sentido, el productor Martín Rivero calificó las previsiones como "el entierro" de la cultura canaria. Así lo entendió la mayoría del público al vestir de riguroso luto.

Martín Rivero hizo un llamamiento a la movilización, además de advertir de que el dinero que reciben no son subvenciones sino patrocinios para proyectos productivos. "Hay que poner patas arriba los presupuestos para que caiga la calderilla", apostilló.

La gestora cultural Viky Bastos fue contundente en su resumen final: "Solo quedará cerrar las empresas, emigrar o engrosar las listas del paro".

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, por su parte, reiteró ayer que en los presupuestos de 2012 la prioridad del Ejecutivo han sido las áreas de Sanidad y Educación.

"Con los recursos que tenemos, que son menos -dijo-, hemos apostado por la defensa de los dos pilares del estado del bienestar, además de las políticas sociales". Rivero agregó que, a partir de ahí, el Gobierno podrá ir atendiendo a otros sectores, entre ellos el de la cultura, "en la medida de las posibilidades y de los recursos".

Por su parte, el vicepresidente regional, José Miguel Pérez (PSOE), indicó que la inversión en cultura "se recuperará cuando se pueda", porque el Gobierno canario no engaña a nadie sobre cuáles son sus prioridades.