"Nos acusan de ser cuatro aprovechados que siempre estamos llorando por la subvención. Pues muy bien, propongo que se queden con ella, que todo el sector se una para renunciar a recibir un euro en 2012 y el dinero vaya íntegramente a servicios sociales. Pero que también se cierre la Viceconsejería de Cultura, que se marchen los políticos o se les quede la cara colorada cuando la propuesta se debata en el Parlamento". Lo planteó así ayer Ricardo del Castillo, productor teatral y representante de la corporación de artes escénicas Réplica, en el transcurso de la asamblea que el sector cultural tinerfeño celebró en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz para responder al recorte "brutal" en el presupuesto del área para el próximo año. Los presentes aprobaron la sugerencia por amplia mayoría a expensas de consensuarla con Las Palmas.

Casi tres horas de intenso debate y veinticinco propuestas después, todo queda pendiente de esa unificación de criterios con la vecina provincia, que celebró su asamblea el pasado miércoles. Otras medidas que está previsto tomar serán las movilizaciones en la calle y solicitar la dimisión de todo el equipo de Cultura con la consejera Inés Rojas a la cabeza. El gabinete de crisis reiteró asimismo la posibilidad de mantener una entrevistarse con el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, pedida desde el pasado 25 de octubre. Anunciaron, por último, que ya han recibido el borrador de las cuentas que el Ejecutivo presentó en el Parlamento el pasado lunes.

Cerca de cuarenta personas acudieron a la cita. En la mesa se sentaron cinco de los doce miembros que componen la plataforma provincial del gabinete de crisis: Martín Rivero, productor, que actuó como moderador; Teodoro Ríos, cineasta, que presidió la asamblea; el músico Jonás García, quien ejerció como secretario, además de la gestora cultural Vicky Bastos y del mencionado Ricardo del Castillo. También se presentaron cinco voluntarios de distintos sectores culturales para ejercer como vocales. Fue el caso de Rubén Díaz, Iván Ballesteros, Paco Chinea, Helen Berthelius y Javier Cuevas.

Hubo intervenciones de todo tipo. Desde la inicial del organizador de eventos Leopoldo Mansito, que llegó a plantear una "movilización violenta" porque el recorte le obligará a cerrar su empresa de doce empleados, hasta la autocrítica final de algunos de los presentes. El tono general fue decayendo con el paso del tiempo entre alusiones a culturas "de Primera y de Segunda" o a la ausencia de recortes para el Festival de Música de Canarias o la Televisión Autonómica.

La única manera de abrir el camino a un proyecto diferente para la política cultural en Canarias pasaría siempre, según la asamblea, por solicitar la dimisión inmediata de la consejera y de todo su equipo en el área.

Javier Cuevas tomó la palabra para plantear diversas opciones alternativas al drástico recorte presupuestario y proponer otras vías de financiación. Entre ellas, además de plantear la posibilidad de acudir al Juzgado a denunciar la situación, presentó a la aprobación de sus compañeros, que consiguió, la necesidad vital de mantener programas como Canarias Crea, la articulación de exenciones fiscales o moratorias para las empresas culturales; el pago de lo que deben las administraciones públicas al sector o que el poco dinero que quede tras el tijeretazo se invierta en dar salida a los productos culturales canarios.

Cuevas añadió entre sus iniciativas la necesidad de fomentar una campaña para restituir la imagen de los trabajadores de la cultura o que se fomente el proceso de una gestión mixta de los espacios públicos. Cuando defendió una Ley de Mecenazgo se le indicó que existe, pero está obsoleta y solo puede ser modificada en el Parlamento estatal. La propuesta fue luego matizada con la posibilidad de que parte de las inversiones de la RIC, una peculiaridad canaria, pudieran ayudar a la cultura de las islas.

Por su parte, Martín Rivero insistió en la entrevista con el presidente y en propiciar encuentros con la consejera de Cultura, el de Hacienda y los diputados del pacto de gobierno CC-PSOE. Abogó asimismo por implicar en la lucha "a las empresas que dan servicio al sector"

La intervención "estrella" de la mañana fue la de Ricardo del Castillo, quien valoró así la situación: "Hemos perdido la batalla de las explicaciones con los políticos porque no van a dar marcha atrás. Hay que cambiar la imagen de pedigüeños que tienen de nosotros la ciudadanía y parte del propio sector cultural", manifestó.

"Por todo ello -añadió- propongo no solo no reclamar el cien por cien de la subvención sino que no nos den nada en 2012, ni un euro, pero que se marchen también los políticos y no cobren sus sueldos. Si estamos unidos y tomamos esta decisión se quedarán sin argumentos. Cambiaríamos el eslogan del no al recorte a la cultura por recorte la cultura del todo".

El órdago fue recibido con sorpresa y satisfacción. Los gabinetes de crisis deberán madurar la idea para que se convierta en una petición oficial. El primer paso será unificar las actas emanadas de las asambleas de Las Palmas y Tenerife. Luego, se convocará a una nueva reunión en la cual ya se definirán las medidas a tomar, que irán en tres vías: solicitud de dimisión o cese de la consejera y su equipo, movilizarse y renunciar a todas las subvenciones para 2012.

Setenta personas en Las Palmas

Enrique Mateu, músico y productor grancanario, acudió a la cita de Tenerife, después de estar el miércoles en la "I Asamblea contra el recorte en la Cultura" celebrada en Las Palmas. Mateu valoró que el drástico recorte no sólo afectará a aquellos que trabajan en el sector de forma directa, sino a quienes de forma indirecta se benefician de los programas culturales, desde hoteles o transportistas a restaurantes. Mateu intervino ayer en varias ocasiones para resumir propuestas y explicar que unas setenta personas acudieron a la cita en la capital de la vecina provincia y aportaron numerosas ideas. "Se trata en este primer momento de recoger iniciativas que ayuden al sector para evitar que el tijeretazo gubernamental se lleve a cabo, pero también para buscar fórmulas innovadoras". El empresario cultural recordó los ocho millones de euros comprometidos por Cultura para la construcción de un pabellón de baloncesto en su isla y escuchó con atención la intervención de un asambleísta: "Que ni el ayuntamiento de Las Palmas ni ningún otro de Canarias vuelva a solicitar ser capital cultural de nada porque en esta tierra, después de esta medida del Gobierno, eso sería una enorme incongruencia".