Siempre tiene guardada una sonrisa que estalla con naturalidad en la respuesta que menos te esperas. Sencilla y cercana, Rosana (1964) habla de sus inquietudes musicales en plena promoción de su proyecto "¡¡Buenos días, mundo!!". "Una artista tiene la obligación de crear su obra sin mentiras", precisa la cantautora lanzaroteña en referencia a una aventura discográfica que contiene trece temas: "En este disco he metido lo mejor que podía dar de mí en este momento", añade la creadora de "Lunas Rotas".

¿A la hora de publicar un disco hay "miedo" ante la acogida que puedan tener esas canciones?

Miedo nunca. Lo que tengo es ilusión y ganas de que la gente oiga estas canciones. El miedo es algo que únicamente experimento ante la muerte de un familiar o una persona que ha estado unida a mí.

¿Con qué intenciones afronta el lanzamiento de este trabajo?

Con la certeza de que en este disco he metido lo mejor que podía dar de mí en este momento. A veces, soy capaz de ofrecer el mil y otras me puedo quedar en el quinientos, pero siempre me quedo tranquila con el resultado de mis discos. Mi mayor satisfacción es que siempre he sido honesta con la música y no voy por ahí engañando a la gente.

¿Se queda con la sensación de que en "¡¡Buenos días, mundo!!" se concentra su mejor versión?

Sí. Eso es algo que me he autoexigido desde mi primer álbum. Un artista tiene la obligación de crear su obra sin mentiras.

¿Cuál es su reflexión respecto al mal momento que vive la industria de la música?

La industria de la música está cambiante, pero es que el mundo también ha cambiado. En un universo tan convulso es difícil que una cosa tan viva como la música no experimente una etapa de transformación. La vida cada día es más frágil y conservar la ilusión es muy duro, por no decir imposible.

¿Hay remedio para superar esta crisis discográfica?

Lo único que se me ocurre en estos momentos para salvar a la música es que los compositores continúen escribiendo buenas letras. Si una canción es capaz de transmitir unas emociones puede superar cualquier contratiempo, incluida esta crisis económica, de formato, social...

Hace dos semanas Pedro Guerra puso a la venta su último álbum y ahora presenta el suyo. ¿Esto es solo una casualidad?

No lo he escuchado aún (sonríe)... Siempre nos estamos pisando. Al principio, cuando él creó "Contamíname", yo tarde un poquito más en dar a conocer "Si tú no estás" y "El talismán". Esto es algo que no tenemos hablado, pero que es muy bonito y que forma parte de un ritual que acepto sin problemas porque Pedro es un gran amigo.

Tanto él como usted han creado letras para otros artistas; ¿cuesta mucho desprenderse de una de sus creaciones?

No, pero sí soy consciente de que cuando hago una canción para otra voz me convierto en una especie de modista. Esto no pasa si creas un tema que tengo que cantar yo. Cuando escribo para mí es mi voz la que marca los caminos por los que quiero pasar y mis emociones la que condicionan lo que intentas expresar.

¿Por qué ha optado por un perfil más rockero para "decorar" su séptimo disco?

Lo único que he hecho es incluir el sonido que hacemos en directo en un álbum. La gente que conoce nuestro directo no va a apreciar el cambio porque es algo que nos está acompañando desde "Lunas rotas".

¿De qué manera pueden influir en sus creaciones las plataformas sociales como el 15-M?

Yo llevo años diciendo que llegaremos a tiempo para cambiar a esta sociedad y que solamente podrán con nosotros si nos acabamos rindiendo. Lo que pasa es que ahora me siento más acompañada en ese camino de decir y sentir que hay que apostar por la utopía porque esta realidad no funciona.

Hace unos días le escuché decir que grabar siete discos en quince años es un buen registro.

Está muy bien. Es una marca interesante, ¿no? Sobre todo, si tenemos en cuenta que en medio hay giras y, además, que soy yo la que escribe mis canciones. Ese proceso creativo no se para cuando vas de concierto en concierto o te toca un periodo de promoción de un disco.

¿Siente que ya es una artista consolidada?

No me considero una artista consolidada, entre otras cosas, porque vivo con el sentimiento de que mi mejor canción aún está por escribir.

¿Hacer carrera lejos de Canarias sigue siendo una tarea ardua o han mejorado las cosas en relación a lo que se vivió a finales del pasado siglo?

Siempre ha sido igual de difícil o igual de fácil, puesto que yo creo que las dificultades para triunfar en un lugar que no es tu casa nos las imponemos nosotros mismos. El mundo es de todos y los sueños se mueven muy rápidos, pero cuando hay honestidad y perseverancia las posibilidades de llegar son reales.

¿Mantener un espíritu positivo ayuda?

Los sueños se tienen que perseguir y creer en la base de que al término imposible le sobran dos letras: todo es posible cuando te lo propones de verdad.

¿Cómo ve a Canarias desde la lejanía?

No la veo tan lejos porque voy y vengo con mucha frecuencia. Mi familia sigue aquí y, por lo tanto, una parte de mi vida aún no se ha movido de Canarias. A esta tierra la veo igual que siempre: querida y entrañable. Mi corazón es incapaz de sentirla de otra manera. Lo que sí es verdad es que, como parte del mundo, Canarias se siente muy frágil. Esa debilidad, motivada por un periodo económico adverso, por los cambios que se están dando en países cercanos, por las injusticias sociales, se acentúa cuando sabes cómo respira un territorio de estas características.

Que Rosana Arbelo se deje ver por este archipiélago siempre es sinónimo de cariño. ¿Qué mensaje les daría a sus seguidores canarios?

A los canarios siempre les mando muchos besos que aquí llegan con una hora menos. Espero que lo que está pasando en El Hierro sea un "capricho" de la naturaleza y que pase lo antes posible.