Los escritores y poetas Jesús Castellano, Marcelino Marichal y Anghel Morales participarán hoy en el homenaje que se ofrecerá en memoria del escritor tinerfeño Orlando Cova, fallecido recientemente, de quien se presentará el poemario "Los bares de Isabel".

Este acto, que se desarrollará con entrada libre a partir de las 18:30 horas, en la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), radicada en la calle Robayna, nº 2, de Santa Cruz de Tenerife, es continuación del homenaje que se dispensó a Cova hace un par de semanas en la Librería del Cabildo de Santa Cruz con la participación de una docena de autores.

El libro "Los bares de Isabel", publicado por Ideapress, cuenta con ilustraciones de José Miguel Miranda Domínguez, quien representa algunas calles de San Andrés con el mismo pálpito con el que Orlando Cova las reflejó en sus escritos.

"Los bares de Isabel" combina prosa poética con poemas de versos libres. La obra se divide en dos partes principales; en la primera, que da título al libro, el poeta presenta a la mágica y hechizante Isabel, que llega al pueblo de San Andrés de forma misteriosa y allí comienza a trabajar en el restaurante La Pandorga.

En la segunda, "Los pescadores escriben poemas", Orlando Cova alude a derrotas, tormentas, tempestades y también al instinto, la fe, el futuro...; todo ello, en textos donde, igualmente, hay cabida para el erotismo. Tampoco faltan en este libro versos premonitorios rociados de un cáustico sentido del humor.

Orlando Cova (San Andrés, 1957) comenzó a escribir en 1977. A partir de 1984 vieron la luz sus libros "Cosas del lago rojo III", "Pueblo", "Cosas del lago rojo", "La espera", "Un punto de la costa", "Pedazos de tiempo" (reeditada en el año 1989), "Verbo amar en voz activa" y "Latidos". "En las afueras del Balayo" (1995) fue su primera obra de narrativa y "Hospital principal del Norte", su segundo libro de cuentos. "De círculos y espectros", "Tras la enorme hilera de casas amarillas", "Del minuto que transcurre", "Manifiesto" y "La última fuerza" fueron algunos de sus últimos trabajos, además de la novela "Nadie contó los días exactos" y los poemarios "Como saliva y balas" y "Los bares de Isabel". Si algo lo definió fue la palabra sencilla.