El escritor tinerfeño Víctor Conde continúa explorando el universo de Erik, Tania y, sobre todo, Mauro en las páginas "Heraldos de la oscuridad", libro editado por Hidra que se convierte en la segunda entrega de una trilogía juvenil que piensa culminar en la primavera del año que viene. "Los adolescentes que aparecen en el libro son de verdad; no esos jóvenes edulcorados que nos tratan de vender en las series de televisión", argumenta el creador santacrucero en relación a un guión que ha organizado en torno "a tres personas que son humanos, que se equivocan como todos los mortales y, por lo tanto, se alejan del idealismo con el que nos suelen bombardear las televisiones o el cine", aclara.

Conde afirma que "Heraldos de la oscuridad" está llena de guiños "divertidos y más de treinta referencias frikis", adelanta un autor que sigue mostrando a una Tania dulce y positiva, a un Mauro -protagonista en la portada del libro- que se mantiene firme en sus convicciones para estar en la tribu de los adolescentes tristes (Emo) y a un Erik triunfador tanto en el amor como en el deporte: "Es el típico quarterback que sale en las películas de instituto norteamericanas, básicamente, un idiota", puntualiza el inventor de una saga que acaba de poner en el mercado su segundo capítulo. No obstante, para el día 9 de enero de 2012 se ha programado una presentación en sociedad en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de la Avenida Tres de Mayo de Santa Cruz de Tenerife.

"El libro explora una dimensión que no está demasiado explotada en el campo de la literatura juvenil", explica Víctor Conde cuando se le pide una idea aproximada del proyecto literario que nació con la publicación de la obra "Heraldos de la luz". "La fórmula que elegí para contar la historia es similar a la que se usó con El Señor de los Anillos, es decir, dividir la trama en tres actos porque era imposible recoger todos los acontecimientos que cuento en un solo libro".

Conde, que hace dos meses dio a conocer la trama reflejada en su libro "Hija de lobos", estima que al igual que "hay directores de cine que experimentan con el género del terror, la comedia o la ciencia ficción a lo largo de su carrera, un escritor también puede tener varios registros literarios", comparó.

"Cuando sabes cómo escribir un libro, el éxito es algo mecánico", adelanta el novelista canario en su intento por justificar que "siempre hay que seguir un comportamiento invariable. Lo que menos importa es el género porque las leyes que usa el escritor no cambian, pero sí tiene que existir una buena historia", puntualiza.

"Lo único que tiene que hacer un escritor es darse cuenta de lo que funciona e insistir una y otra vez en esa fórmula", reitera el ganador del VII Premio Minotauro con la obra "Crónicas del multiversos". Precisamente, este libro tendrá una continuidad en los próximas meses gracias a un acuerdo con la editorial del Grupo Planeta. Eso sí, no será la única aparición de Conde en 2012 ya que tiene previsto dar salida a otras historias con Hidra y Dolmen. "Mi gran problema es que genero mucha literatura -dos o tres novelas al año- y necesito contar con diferentes apoyos para dar salida a todo lo que escribo", matiza justo antes de admitir que "me encanta apostar por editoriales chiquititas, nunca me he negado a publicar con ellas". A partir del planteamiento anterior, este autor compagina promociones de gran calado nacional con otras tiradas mucho más modestas.

Componente de un movimiento literario que se denomina "Generación 21", Víctor Conde cree que "Canarias es una tierra de escritores, y hoy es más fácil publicar. Con los avances de la era digital el que quiera publicitarse lo consigue. Un escritor que tenga la necesidad de contar una historia lo va a tener más fácil para convertir su sueño en realidad, bien en el formato papel o a través de la red", reivindica en torno a un discurso que, según él, podría ser un "tema de conversación que se alargaría durante varias horas", concluye.