El Premio Nacional de Cómic 2008, Paco Roca, reinventa con sus ilustraciones a Franz Kafka en "La metamorfosis y otros cuentos", una obra en la que también se incluyen grandes clásicos del genio de Praga como "La condena" o "Un médico rural".

"Nunca había dibujado algo de Kafka, aunque siempre había querido, pero me daba respeto. Aún así, mis relatos han estado influidos por ese tipo de realismo mágico kafkiano, esa mezcla entre el humor y la angustia vital que tienen sus historias y que es imposible que te dejen indiferentes", ha explicado Roca (Valencia, 1969) en una entrevista a Efe.

Lectura obligada para cualquier amante de la buena literatura, "La metamorfosis" es posiblemente la obra más famosa de Kafka, un relato desconcertante y angustioso sobre la transformación de Gregor Samsa, un hombre común que un día se despierta convertido en un insecto.

Franz Kafka, considerado referente de la literatura universal, siempre fue para Roca "uno de los autores más sugerentes de todos los tiempos" y dibujar las ilustraciones para alguno de sus cuentos, "un verdadero sueño".

"Cuando descubrí ''Metamorfosis'', todo cambió. Hasta entonces sólo había leído libros juveniles y de aventuras de autores como Julio Verne o (Robert Louis) Stevenson, pero leer a Kafka me trastocó, marcó un antes y un después en mi vida", confiesa.

Y por ello, recuerda, no se lo pensó dos veces cuando la editorial Astiberri, hace ya un año, le propuso ilustrar a este autor. Plumilla, rotulador y pincel fueron los materiales que el autor de "Arrugas" necesitaba tener sobre su mesa de trabajo para plasmar "la agonía y el humor que caracterizan todos los cuentos de Kafka".

Las ilustraciones, siempre en blanco y negro, transmiten un abanico infinito de sensaciones al lector, tantas como las que experimenta Roca cada vez que tiene entre sus manos alguna novela del autor de "El proceso".

Kafka es de esos escritores que es "muy sugerente, te despierta una gran cantidad de emociones y sus relatos permiten múltiples interpretaciones. Podrías estar ilustrándolos toda la vida y nunca te repetirías porque cada vez descubrirías algo nuevo", comenta el ganador al mejor guión y mejor obra en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2011 por "El invierno del dibujante".

"La condena", "En la colonia penitenciaria", "Informe para una academia" o "Josefina, la cantora, o el pueblo de los ratones" son otros de los cuentos incluidos en el volumen a los que Roca ha prestado su técnica fluida y envidiable.

"Cuando dibujas un cómic tienes menos libertad creativa, pero en este caso, el hecho de que tuviera que ilustrar distintos relatos me permitía cambiar el estilo y adecuar cada imagen a lo que pensaba que en ese caso correspondía", indica.

Y de esta manera, las casi treinta ilustraciones a toda página se van sucediendo a lo largo del texto, algunas más realistas, otras menos definidas, pero todas exquisitas, capaces de captar esa atmósfera opresiva que tanto se repite en las novelas del escritor checo.

Acostumbrado a contar historias a través de los tebeos, el campo en el que se siente más cómodo, Roca prueba suerte ahora en el mundo de la novela, un cambio que reconoce ha sido "gratificante" pero al mismo tiempo le ha dejado "una espinita clavada".

"Me habría gustado dibujar algunas ilustraciones como si fueran parte de un cómic, porque había cosas muy sugerentes que invitaban a contarlas a través de una secuencia, pero había una línea que seguir. Quizá dibuje un cómic sobre Kafka más adelante", admite el autor de "El Faro".

De momento, se dedicará a recopilar la documentación necesaria para comenzar ya a trabajar en su próximo cómic, una historia que homenajeará a los españoles que se vieron obligados a exiliarse tras el fin de la Guerra Civil.