El pintor canario Julio Viera anuncia que, coincidiendo con este 28 de diciembre, se dispone a robar los cuadros que en su día donó al Vaticano. "Retorno hoy a Roma, no de fervorosa romería, sino ya decidido a robar en la pinacoteca paulina del Vaticano mis dos cuadros, El Cristo negro y El Cristo del Atlántico, que personalmente doné al papa Pablo VI en 1971", explica el artista, que califica sus creaciones de "genialísimas".

El indignado pintor aduce que sus cuadros están "crucificados" en un rincón, "mal expuestos en una casi penumbra", lo que le hace exclamar "¡qué agonía!" y denunciar una ofensa a lo que llama "mi sensible orgullo de artista". Viera dice que su acto es perdonable porque, afirma, "soy un buen ladrón, como Robin Hood", ya que "reparto mis beneficios con los pobres" en momentos de penuria económica como los actuales, por lo que, concluye, "mi robo es una broma muy seria".