El barco que es el mundo como lo conocemos se hunde, claman los diarios. Y en medio de la zozobra, dos pájaros llamados Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina - "un colibrí y un cuervo", dicen ellos- han querido mitigar la crisis con una nueva gira internacional y un disco con temas inéditos.

"La orquesta del Titanic" (Sony Music) es el título de este álbum, que se publica hoy y que constituye su segunda experiencia discográfica como dúo tras "Dos pájaros de un tiro", que recogía la gira del mismo nombre que desarrollaron con gran éxito por numerosos países en 2007.

"Teníamos muchas ganas de revivir la felicidad fiestera de aquella gira, que nos dejó un gran sabor de boca. Nos daba corte no exigirnos más y se nos ocurrió hacer un disco con canciones inéditas, para que la gente vea que esto no es sólo para celebrar que estamos vivos", explica Sabina durante la entrevista que ofreció ayer en Madrid junto a Serrat.

El germen fueron unos versos incompletos que guardaba el célebre músico de Úbeda (Jaén) y que, mano a mano con el autor de "Mediterráneo", se convirtieron en el tema que bautizó este trabajo, una metáfora de "la pedazo de crisis que estamos viviendo" y, al mismo tiempo, un "símbolo de cómo morir con dignidad". "Aunque sin llegar a ese límite", apunta rápido Serrat. "Y en caso de llegar a él, yo pienso morir sin ninguna dignidad", añade Sabina.

Han sido meses de trabajo encerrados en una habitación, pero también de intercambio de correos electrónicos y de conferencias por internet.

El resultado es un disco producido por Javier Limón, que se abre con ritmos de swing y orquesta, para pasar a un rock con cadencia brasileña, a un peculiar villancico y a varios espacios para la pura emoción. "La orquesta del Titanic" incluye además colaboraciones especiales como la de "Alejandrito Sanz" y la de Antonio Carmona.