El director de orquesta británico Sir John Eliot Gardiner ha opinado hoy que desgraciadamente los conciertos de música clásica siguen teniendo la imagen de "algo remoto y pomposo, que no es guay", y habría que dedicar más tiempo a la formación para que "se mezclen las generaciones".

Así lo ha considerado Gardiner en una rueda de prensa con motivo del concierto que tiene previsto ofrecer hoy en el Auditorio de Tenerife, dentro del XVIII Festival de Música de Canarias, con un programa dedicado íntegramente a Schumann que repetirá mañana en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.

Sir John Eliot Gardiner ha señalado que es "complicado" definir la actitud del público contemporáneo, pues, por un lado los espectadores que acuden a las salas "cada vez son más viejos", pero al mismo tiempo hay iniciativas que no ocurrían hace quince años, como grupos musicales y coros universitarios y en otros recintos juveniles.

Gardiner ha manifestado que se debe dedicar más tiempo a esta cuestión porque lo lógico sería "que se mezclen las generaciones; que la mía trabaje conjuntamente con los más jóvenes", añadió el director, que tiene previsto inaugurar el Festival de Salzburgo en julio con el Coro Monteverdi y la Orquesta de Solistas Barrocos, en una interpretación de "La Creación" de Haydn.

Precisamente el Coro Monterverdi actuará bajo la dirección de Gardiner hoy y mañana en Canarias, además de la Orquesta de Cámara Mahler que fundó Claudio Abbado, con parte del repertorio menos conocido de Robert Schumann, como la "Canción Nocturna" y el "Requiem para Mignon", además de su cuarta sinfonía.

Según Gardiner, Schumann es uno de los compositores menos comprendidos del mundo y menos valorados por sus trabajos de orquesta y coros, e incluso en el siglo pasado los directores se quejaban de que "no sabía orquestar y tenían que cambiar su música".

Por el contrario, Gardiner está totalmente en contra de este prejuicio porque a su juicio Schumann tenía "unas capacidades extraordinarias y el color de su música es único".

Recordó que cuando grabó las sinfonías de Schumann a finales de la década de los 90 del pasado siglo percibió "la luz y la poesía que salía de su música, casi con forma abstracta, como de literatura".

"Schumann dijo que la combinación entre orquesta y coro produce la mejor música que se puede hacer y en el Festival se verá la evidencia con el dramatismo del "Requiem para Mignon", la "Canción Nocturna", que es ver la noche con gafas románticas, y el melodramático "Manfred", explicó.

A su juicio, Schumann no ha recibido el reconocimiento que merece y "sólo" se le considera un maestro de la música de piano, cámara y "lied", pero todavía no se valoran sus méritos en la música sinfónica.

Preguntado por las grabaciones discográficas de música clásica, John Eliot Gardiner dijo que la situación ha cambiado, pues entre los años 70 y principios de los 90 hubo "muchísimos registros" por parte de las grandes marcas en lo que supuso "una época de oro" porque había mercado para oír música compuesta desde los siglos XVI hasta adelante, también con instrumentos de época.

El mundo ha cambiado y el mercado es más pequeño, explicó Gardiner, pero también esto supone mayores oportunidades para los pequeños sellos discográficos, como el que él ha creado junto a su esposa Elizabeth, y que hacen grabaciones distintas, muchas de conciertos en directo y que están en mayor contacto con los músicos.

En cuanto al fallecimiento en enero del director y clavecinista holandés Gustav Leonhardt, uno de los promotores de la interpretación con criterios historicistas, Gardiner no cree que disminuya el impacto de este movimiento, tanto entre los músicos como entre el público, porque ya no es minoritario.

En los inicios se veía "con sospechas" la interpretación con instrumentos de época y rigor histórico pero actualmente conviven la interpretación de una sinfonía al estilo tradicional y otra con criterios historicistas, se congratuló John Eliot Gardiner.