Dos realidades distintas de Venezuela confluyen en dos mujeres antagónicas en el filme "Hora menos", una coproducción hispanovenezolana que narra el viaje a España en busca de refugio de dos personas que lo han perdido todo en la llamada tragedia de Vargas, ocurrida en 1999.

Aquella catástrofe natural, cuyos corrimientos de tierras e inundaciones dejaron más de 10.000 muertos en el estado venezolano de Vargas, es a priori el único vínculo entre Isabel (Rosana Pastor), una enfermera acomodada de origen español, y Zudeixy (Erika Santiago), una menor de edad criada en la calle que sobrevive delinquiendo.

Obligadas a entenderse, estas dos mujeres de generaciones y clases distintas inician un viaje en busca de una nueva vida lejos del país sudamericano, en un filme que se estrena en España este viernes y cuyo director, Frank Spano, define como una "''road movie'' a pie", según declaraciones concedidas a Efe.

El éxodo de Isabel y Zudeixy las hará recalar en las islas Canarias, un "Caribe amigable, un espacio muy curioso que sirve de puente entre Venezuela y España" en palabras del realizador, que se erige en lugar perfecto para que estas dos mujeres aprendan a conocerse a sí mismas, en un viaje que es también interior.

Spano, con 17 películas como actor y que realiza en este filme su debut como director, vivió la catástrofe del estado de Vargas desde España -lugar en el que reside actualmente- y desde ese instante supo que "ahí había una historia que contar", la que llevaba "años buscando" y que, tras una gestación de 7 años, se convirtió en este "viaje de útero" de dos mujeres, como a él le gusta describirlo.

"De haberla protagonizado dos hombres, esta historia no se podría haber contado, no tendría los mismos matices y el vínculo entre los personajes sería diferente, ya que ambas mujeres han pasado por la maternidad y, de algún modo, se establece una relación maternal entre las dos", señala el director.

Como explica Spano, "cuando uno se enfrenta a su opuesto, eso le saca de su contexto y le ayuda a verse a sí mismo, como en un espejo, y eso es justamente lo que les ocurre a Isabel y a Zudeixy", cuya relación las ayuda a entenderse mejor a sí mismas.

Una confrontación que tuvo su equivalente en el propio rodaje, a través del intercambio cultural y artístico entre Pastor y Santiago -que realiza su primera intervención cinematográfica-, en una relación que "se trasladó a la pantalla y alimentó y enriqueció" los personajes interpretados por ambas actrices.

El realizador cree que, "a pesar de la tragedia que encierra esta historia, se hace una lectura optimista sobre la valentía y el resurgir, con mucho duelo y grandes dosis de humor, reflejando la tragicomedia de la realidad misma".

Una lectura "universal, entendible para todo tipo de público" considera Spano, gracias a la unión entre dos culturas distintas pero con muchos puntos en común, en un intento por reflejar, según el director, "una realidad que en este mundo globalizado no se puede dejar de lado".

Y es que el realizador venezolano, como inmigrante en España, no entiende "el cine sin coproducción; la globalidad actual impone cierta responsabilidad que obliga a mirar en todas direcciones, en 360 grados", una perspectiva que no abandonará en sus siguientes proyectos cinematográficos.