Carolyn Richmond, viuda de Francisco Ayala, invitó ayer enfrentarse "sin prejuicios" a la obra de este gran escritor, y deseado que en el futuro los lectores lo traten "con más respeto y comprensión", porque a lo largo del tiempo "se han ido repitiendo idioteces" sobre su literatura.

Experta en la obra de su marido, Richmond manifestó este deseo al presentar un nuevo tomo de las obras completas de Ayala, dedicado a la narrativa de este autor, y que, como ha dicho en el mismo acto el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, mantuvo "siempre un compromiso con la realidad política y estética de su época".

Editado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, como los otros cuatro volúmenes que se han publicado hasta ahora, el tomo de la narrativa contiene desde sus dos primeras novelas juveniles "Tragicomedia de un hombre sin espíritu" e "Historia de un amanecer"- hasta esa obra maestra que es "El jardín de las delicias".

También se incluyen obras tan importantes como "Los usurpadores", "La cabeza del cordero" y "Muertes de perro", además de los relatos que unos años antes de su muerte (en noviembre de 2009) el escritor había recopilado bajo el título de "La niña de oro".

"Ayala es un escritor complejo, complejísimo, tanto como lo es la misma condición humana que en su obra de invención pretende recrear", dijo ayer Richmond, para quien el mensaje final que se desprende de la obra de su marido es "uno de fe, de esperanza y, sobre todo, de amor".

Richmond sabe que "hay muchos textos llenos de sarcasmo; personajes que tocan fondo; momentos de inmensa crueldad" en su creación, pero también conoce que "existen prejuicios" y que, en el caso de Ayala, "muchos tienen su origen en anticuados manuales de historia de la literatura, o bien en la ignorancia".

Entre esos prejuicios, Richmond menciona el de considerar a Ayala como "un escritor del exilio", algo con lo que el propio autor no estaba de acuerdo porque antes de verse obligado a abandonar España tras la Guerra Civil ya había publicado dos novelas y dos libros de relatos.

Y es que "una vez dicho eso del exilio", Ayala "no existía, no figuraba nunca dentro del canon universitario", afirma Richmond, autora del extenso y original prólogo que lleva el tomo de narrativa, en la que es difícil saber qué es ficción y qué realidad. "Es el verdadero engaño que es el arte".

Ayala se quejaba a veces de que su obra no había sido bien entendida en España, y Carolyn Richmond se ha hecho eco hoy de esa queja al desear que, "en el futuro, los lectores lo traten con más respeto y más comprensión" y que se dejen de repetir algunas "idioteces", entre ellas que hay "un antes y un después" en su obra.

"La Guerra Civil cortó la vida de Ayala, pero no su narrativa", afirma Richmond, quienrecomienda leer las dos novelas de juventud del escritor.