Francisco Javier León Álvarez, licenciado en Historia por la Universidad de La Laguna, ha reimprimido el libro "La batalla de Acentejo: entre la historia y la leyenda", estudio que se autoeditó sin ninguna ayuda hace ya tres años en Ediciones Lagárgoladespierta, dentro de la colección Biblioteca de Estudios Históricos de la Comarca de Acentejo, en la que también incluyó la obra "Santa Úrsula en el marco de la II Guerra Mundial: la 11ª Batería Quinta Roja". El presente trabajo, con más de quinientas páginas, ha consistido en recopilar y contrastar las fuentes históricas existentes sobre este enfrentamiento entre los conquistadores y los guanches acaecido en mayo de 1494.

¿Qué le animó a realizar este estudio y qué ha aportado?

Quería difundir una parte de la historia de La Matanza de Acentejo, la que da nombre al municipio, haciendo un planteamiento claro y coherente de este enfrentamiento entre guanches y castellanos, y porque los estudios sobre la conquista de Tenerife son bastante escasos debido a que los investigadores se centran demasiado en trabajos excesivamente documentales. La intención es que los lectores aprendan de dónde procede el nombre de La Matanza de Acentejo, que conozcan cómo se desarrolló la batalla y los distintos sucesos tanto inventados como reales a través de una lectura amena. La información que contiene el libro permitirá así corregir errores que se repiten hoy en día, hasta el punto que en el mes de enero de cada año se asevera desde el consistorio de dicho municipio que el escribano Antón Vallejo participó en la batalla de Acentejo, cuando en realidad esto no se produjo, como tampoco su promesa de erigir una ermita en el barrio de San Antonio Abad si salía vivo de la contienda, lo que demuestra un claro desconocimiento local de su propia historia.

¿Ha descubierto algo inédito?

No hay nada inédito respecto de la batalla. Se trataba más bien de recopilar y contrastar las distintas fuentes para demostrar que la información con la que contamos sobre este enfrentamiento no nos permitirá saber ni reconstruir jamás a ciencia cierta lo que sucedió aquel día. Otras cosas son las interpretaciones subjetivas que se hagan al respecto a partir de esa información, supeditadas por tanto a la visión de cada investigador.

¿Cuáles son las principales alteraciones o contradicciones que ha detectado en su estudio?

Sin duda alguna, que todo el mundo insiste en que la batalla se produjo en el barranco de Acentejo, lo que constituye un error, ya que circunscribir su desarrollo a ese accidente geográfico supone negar el contexto geográfico más amplio en el que se llevó a cabo aquella. Además, se continúa aseverando que los conquistadores utilizaron armas de fuego en forma de espingardas y arcabuces, cuando esto no está demostrado.

¿Por qué cree que se han manipulado los datos y por qué no ha habido interés por aclararlo por algún experto, incluso por la Universidad de La Laguna?

Tenemos que distinguir entre inventar, copiar y manipular, ya que en unos casos se dio a conocer una serie de información asociada a la batalla que fue fruto de la invención de quien la redactó, lo que provocó a su vez que otros la copiasen dándola como cierta. Entre una y otra fórmula, se produjeron ejercicios de manipulación intencionada con el fin de exaltar virtudes personales de los conquistadores (valentía y nobleza, principalmente), la presencia de la religión cristiana como garante y apoyo moral en aquellos, y el comportamiento salvaje de los guanches frente al modelo más "civilizado" de vida europea. No considero que ningún profesor de la Universidad de La Laguna no estuviese interesado en esta batalla, pero sí es cierto que su fuerte vinculación al sector nacionalista de la isla, que se la ha apoderado como ejemplo de la lucha anticolonial, ha contribuido quizás a que aquellos la consideren en un segundo plano, prefiriendo llevar a cabo otro tipo de estudios documentales.

¿Dónde y cuándo acaeció la batalla?

Estas son las dos preguntas clave que hemos tratado de aclarar. Por un lado, la batalla se desarrolló en un amplio marco geográfico que abarcaba el cauce bajo del barranco de Acentejo y la zona costera de La Victoria de Acentejo y La Matanza de Acentejo, además de un posible camino en forma de ramal pastoril que comunicaba precisamente esa zona con otro camino a mayor altura por el cual se desplazaron los conquistadores desde La Laguna. En ningún caso la batalla quedó circunscrita a dicho barranco, tal y como se asevera, porque es un disparate considerar que los hombres caminaban a través de ese accidente geográfico, lo mismo que insistir en que el enfrentamiento se produjo cerca del lugar donde se erige actualmente la ermita de San Antonio. En cuanto a la fecha, posiblemente fuese a finales del mes de mayo de 1494, una vez que se construyó el Real de Santa Cruz de Tenerife como base de las operaciones de la conquista de la Isla, si bien es imposible precisar el día exacto porque no hay constancia documental que lo atestigüe ni se recogió ningún testimonio oral.

¿Qué metodología ha seguido?

Básicamente había que comenzar analizando las distintas fuentes que referían algún tipo de dato sobre este enfrentamiento. Una vez que tuve clara esta información, centré mi estudio en discernir dónde y cuándo se produjo la batalla, así como en aclarar diversos aspectos terminológicos que podían llevar a la confusión. A partir de aquí planteé el desarrollo de la batalla, señalando qué aspectos podían ser verdad y cuáles totalmente falsos o inventados. Por último, plantee cuál es la visión que se tuvo de la batalla sobre todo desde finales del siglo XIX, momento en el que tiene cabida el regionalismo, hasta la actualidad teniendo como base los trabajos de Manuel de Ossuna y Van den Heede y de Juan Bethencourt Alfonso.

¿Y las principales fuentes consultadas, y su rigor histórico?

La mayoría de las fuentes son bibliográficas, ya que las referencias documentales alusivas a ella son prácticamente inexistentes, perceptibles en gran medida en las datas (repartos de tierra y agua) que se otorgaron tras la conquista. Esas fuentes bibliográficas son posteriores a este hecho de armas, con lo cual se basaron prácticamente en recopilar algunas noticias aisladas y vagas que aún quedaban en la memoria colectiva, con lo cual el rigor histórico de estas últimas queda en entredicho, sobre todo porque muchos autores, ante el desconocimiento del enfrentamiento, tendieron a inventar y a crear situaciones y sucesos asociados a aquella que no se produjeron, contribuyendo a desvirtuar lo que realmente pasó.

¿Cómo era Tenerife en la época?

Era una isla de economía agrícola y ganadera, esta última de carácter estacional, caracterizada por el proceso de llevar el ganado de la costa a la cumbre y viceversa. Los poblados eran cabañas y cuevas, estas últimas perceptibles en el cauce bajo del barranco de Cabrera, en la divisoria entre El Sauzal y La Matanza de Acentejo, donde también había enterramientos en las oquedades.

¿Cuál es la anécdota ocurrida entre Benchomo y su hermano en la batalla de Acentejo?

La supuesta anécdota, conocida como "el galano dicho", se centra en el momento en que el mencey Benchomo llegó al lugar del enfrentamiento con un nuevo contingente de guanches para continuar las hostilidades de manera más severa. En ese instante se encontró a su hermano Chimenchia sentado, sin participar en la lucha, lo que provocó una llamada de atención ante su actitud, y este le respondió que él ya había desarrollado su papel al guiar a sus hombres al propio enfrentamiento y a una victoria segura, por lo que ellos debían continuar la matanza contra los invasores.