El actual "chico malo" de las letras estadounidenses, James Frey, fue crucificado metafóricamente cuando se descubrió que su biografía era inventada. Ahora se atreve con otra "experiencia religiosa" y se erige en un "evangelista" moderno para narrar la segunda venida del Mesías en "El último testamento".

Dispuesto a completar la trilogía bíblica, la obra -publicada ahora en España por Mondadori- refleja cómo sería el regreso del Mesías en el seno de la comunidad judía del Nueva York actual.

Aún así Frey no tuvo la intención de "crear controversia" cuando escribió el tercer y último testamento, asegura en una entrevista con Efe. Si bien no lo ha logrado, como en obras anteriores, y se ufana de soler "reirse" del escándalo que generan sus libros.

Ben Sión Avrohom tiene algunos paralelismos con quien se supone que fue su antecesor en la Tierra. De origen humilde y judío, predica el amor al prójimo y es capaz de sanar a los enfermos, rehabilitar a los drogadictos o convertir el agua en vino para convencer a su fanático hermano, un cristiano converso.

También es considerado un subversivo peligroso, aunque en vez de ser procesado por un sanedrín se encarga el Juzgado de lo Penal de Queens.

Pero el también llamado Ben Jones aboga por el amor libre sin distinción de sexos y participa en orgías, defiende la teoría de la evolución de Darwin, abomina de las religiones porque, opina, "se crearon para consolidar el poder y esclavizar a la gente", ensalza el libre albedrío, el aborto y la eutanasia, al tiempo que asegura que no nos espera nada tras la muerte.

Sin ser un iracundo predicador que pretenda liderar masas, anuncia el inminente fin del mundo por motivos muy terrenales como las guerras y la falta de recursos para alimentar a la población. Su lema en la vida es "amar, follar y ayudar al prójimo".

Bajo su influjo mejora sustancialmente la vida de sus seguidores, en su mayoría parias sociales convencidos de que se trata de Cristo retornado. Sus enemigos, miembros del sistema que ataca, le critican amparándose en diagnósticos como epilepsia o esquizofrenia paranoica.

Frey afirma sentirse "feliz y orgulloso" de su evangelio, que creó bajo su máxima de escribir "libros que sean diferentes de los de otros escritores".

"Lo escribí para contar la historia de cómo sería la aparición en el mundo del Mesías actualmente. Cómo sería esta persona, qué creería y cómo reaccionaría la sociedad con él", explica. No para reescribir la historia de Cristo porque "se ha hecho y bien".

El escritor nacido en Cleveland (Ohio) en 1969 sostiene que la Biblia "mezcla ficción y verdad, mitología y realidad" y que como cualquier otra obra literaria debería "influenciar, cambiar y hacer mejores" nuestras vidas pero "no dirigirlas".

La idea de construir "una nueva mitología" en un mundo totalmente distinto al que recogen el Viejo y el Nuevo Testamento -con armas nucleares, avances científicos, internet o experimentos genéticos- le rondaba desde 1994, aunque no comenzó a plasmarla hasta 2009.

Para ilustrar este segundo advenimiento consultó con rabinos, sacerdotes, pastores evangelistas, neurocirujanos o expertos en salud mental. Después estableció una inusual alianza con el millonario galerista Larry Gagosian.

"Quería hacer una muy bella y cara edición (en piel) y no quería que se imprimiesen muchos libros. Gagosian me dejó hacer lo que me apetecía y no estaba asustado por la controversia", explica.

Su próxima osadía será una "versión contemporánea" de "La divina comedia", de Dante, que espera terminar este año y que probablemente vea la luz en 2013. De nuevo, infierno, purgatorio y paraíso.