El periodista y corresponsal del periódico "La Vanguardia" en Madrid, Enric Juliana, considera que el modelo autonómico "está roto y averiado", con una "fachada apuntalada", mientras se intenta reconstruir por dentro revisando las competencias, lo que producirá una España asimétrica.

Juliana ha hecho estas consideraciones en una entrevista con motivo de la publicación de su último libro, "Modesta España", en el que augura la desaparición de la clase media, tal y como la hemos conocido, y apuesta por un futuro modesto tras los años de "derroche" vividos.

A pesar de asegurar que el modelo autonómico ha dado de sí todo lo que podía dar, Juliana cree que sobrevivirá a la crisis económica, ya que "no se va a retirar ninguna bandera del balcón", aunque se producirá una reforma del mismo y las autonomías tendrán "menos contenido y menos atribuciones".

"La fachada autonómica está apuntalada y se mantendrá, pero por dentro el edificio está en obras" para revisar las competencias y establecer catálogos comunes, lo que derivará en una España de las autonomías asimétrica, que no significa desigualdad, ha destacado.

Al referirse a la nueva configuración del Estado autonómico, Juliana hace alusión a la reforma del Estatut de Cataluña en 2006 y señala que en el manejo del proceso se equivocaron tanto el PSOE como el PP.

Sobre el PSOE, Juliana asegura que "le pasó como al profesor Bacterio, que le estalló la probeta en la mano" y ahora "se arrepiente de ello", mientras que el error del PP fue la presentación del recurso de inconstitucionalidad y llevar el asunto al debate público, a la calle.

Todo ello, ha provocado "focos de animadversión" en la sociedad española respecto a Cataluña, al considerar que "querían cambiar las reglas del juego", y ello ha originado una "herida emocional" en la sociedad catalana que "no se siente querida por España", remacha.

En este sentido, y respecto a la propuesta de pacto fiscal impulsada desde el Ejecutivo de Artur Mas, Juliana dice que "lo ve difícil" porque es "muy complicado modificar elementos estructurales" en un país que se "ha instalado en el agravio".

Al contrario de las equivocaciones que el expresidente del Gobierno Rodríguez Zapatero cometió con Cataluña, Juliana cree que en el País Vasco el PSOE acertó, porque "pese a la ingenuidad que se le puede atribuir, en el proceso de paz actuó con astucia" al captar que los terroristas estaban en una situación de debilidad y les empujó "a una zona donde ya no hay vuelta atrás".

"En el País Vasco, la historia dará la razón a Zapatero. En Cataluña, no", asevera el periodista catalán.

Enric Juliana hace una apuesta clara por una España modesta, palabra que incluye en el título de su libro, ya que considera que "el país está condenado a ir para atrás" y "lo meritorio será luchar para que ese ir para atrás sea lo menos posible".

En este sentido, se muestra preocupado por el "grave riesgo" de que en España se creen "fosos de diferencia social importantes" y por ello opina que los gobernantes que piden sacrificios deben dar ejemplo con sus actitudes. "Cierta ejemplaridad desde arriba sería deseable", comenta.

"La clase media que hemos conocido hasta ahora va a sufrir un empobrecimiento más o menos agudo, pero lo va a sufrir", y el mismo será "compensado por el hecho de que la tecnología permite abaratar algunas cosas".

A ello se unirá el efecto de las migraciones españolas hacia América, que ya ha comenzado, y más concretamente la huida de jóvenes talentos españoles hacia Brasil, "que es un festival", y Colombia.

En relación a la crisis económica, Juliana hace referencia al papel tan "importante" que está jugando la Iglesia, "ayudando al Estado a contener la situación", y alude, en concreto, a Cáritas. Sin embargo, no entiende cómo la Conferencia Episcopal no ha hecho un documento de reflexión moral sobre lo que supone la situación actual.

Preguntado por los últimos acontecimientos vividos en la Familia Real, Juliana considera que la institución "no está en riesgo", porque "un elefante africano no se carga la historia de España", en referencia al viaje privado que el rey realizó a Botsuana durante el cual se fracturó la cadera.

"El papel de la Monarquía está muy consolidado" y "ningún país se lanza al vacío", aunque otra cosa es que "se esté agotando" en términos generacionales "la visión del rey como una figura tutelar", sostiene.

Juliana invita a tener "una relación inteligente con la adversidad", una actitud "antiquijotesca", sin construir falsas realidades.