El Museo Británico de Londres exhibe, por primera vez en el Reino Unido, una colección de cien grabados de la "Suite Vollard" de Pablo Picasso, que reflejan la pasión del pintor malagueño por la joven Marie-Thérèse Walter.

"Picasso pinta: La Suite Vollard" reúne un centenar de láminas que el artista elaboró entre 1930 y 1937 a iniciativa del marchante de arte parisino Ambroise Vollard, que aparece retratado en las tres últimas obras de la colección.

El Museo Británico adquirió estas obras en septiembre de 2010 gracias a la donación de un millón de libras (1,22 millón de euros, 1,62 millones de dólares) por parte de un financiero de la City londinense y las exhibe al público a partir de mañana.

Las cien láminas constituyen la primera serie completa de la "Suite Vollard" que se muestra al público en Reino Unido y la primera en ser propiedad de una institución pública británica.

"Picasso pintó la ''Suite Vollard'' en la cumbre de su etapa creativa, en la década de 1930, cuando había comenzado a interesarse por la escultura y había iniciado una relación con Marie-Thérèse Walter, que se convirtió en su musa y amor de esos años", explicó Stephen Coppel, comisario de la exposición.

Los temas de los grabados son variados, con influencia de las historias mitológicas de la Grecia clásica, por lo que el reputado museo acompaña la muestra con varias esculturas griegas que inspiraron al artista en esos años.

Marie-Thérèse, menor de edad cuando conoció a Picasso, protagoniza un gran número de láminas.

Ambos "se conocieron en las afueras de una tienda en 1927 y él quedó impactado por su belleza, en particular por su perfil griego, así que le propuso retratarla. Ella no tenía ni idea de quién era él", relató el comisario.

Entre los personajes que aparecen en los dibujos destaca el minotauro, que figura en quince piezas pintadas entre 1933 y 1934, en la última etapa de la "Suite Vollard".

Según Coppel, este ser de la mitología griega es para Picasso su álter ego, y simboliza la pasión y la ferocidad del toro español, aunque con el paso de los años su significado se torna más político y supone ya un antecedente del "Guernica".

"En los últimos dibujos de la serie, Picasso pinta al minotauro ciego, lo que representa el empeoramiento de la situación política en Europa y, en particular, el ascenso del fascismo en España", apuntó Coppel.

Tras la muerte de Vollard en un accidente de coche, las láminas pasaron a manos del también marchante francés Henri Petiet, cuyos herederos vendieron la colección que ahora exhibe el Museo Británico.