A los 11 años probó fortuna en un famoso programa televisivo en el que se buscaban nuevos talentos, y a partir de aquella experiencia su estrella no ha parado de brillar. La intérprete sevillana Tamara (1984) asegura que "permanecer dentro de la escena musical española es una misión complicada, pero un artista tiene que luchar por convertir en realidad todos sus sueños", reconoce antes de viajar a Tenerife para presentar esta noche las canciones incluidas en "Más", su noveno trabajo discográfico, en el Auditorio Teobaldo Power de La Orotava.

¿Ha cambiado mucho la industria musical desde su estreno -en el año 2000- con "Gracias"?

Sí, no tiene nada que ver con aquellos años... La música está difícil, pero hay que pelear por lo que uno quiere.

¿Y en medio de esta indefinición que parece dominar el mercado del disco no hay miedo a la hora de afrontar un nuevo proyecto?

Miedo no, dudas sí... Muchísimas dudas ante lo que te puedas encontrar, pero lo importante es conservar la ilusión para hacer la música que te gusta e intentar conectar con tu público.

¿No cree que se ha perdido un tiempo precioso a la hora de definir cómo debería ser el futuro de este sector?

Todo tiene que llevar su proceso natural y entrar a valorar si hemos llegado tarde no es la solución. Lo importante es que entre todos nos podamos adaptar a las actuales circunstancias y no quedarnos en lo que hemos hecho mal...

¿Es cierto que la crisis agudiza las ideas a la hora de crear una canción?

Yo no soy compositora, soy cantante y, por lo tanto, me tengo que adaptar a las canciones que otros

hacen para mí. Eso implica trabajar con unas personas que conocen bien cuáles son las letras que mejor se adaptan a mi voz y a mi estilo.

¿Ser músico se ha convertido en una profesión arriesgada?

No mucho más que el resto de las profesiones. Lo que ocurre es que para conseguir los resultados que obtenías antes ahora tienes que trabajar el doble y, sobre todo, debes tener algo de suerte.

¿Alguna vez imaginó la trayectoria que iba a tener después de su paso por el programa "Menudas Estrellas"?

Yo sabía que quería cantar y que adoraba la música, pero eso es algo imposible de planificar. Sé que era algo que formaba parte de mí, pero en ningún momento pude imaginar que iba a tener este recorrido.

¿Cuál es su opinión en relación a los "talent-show" musicales de los distintos canales televisivos?

No me parece mal que existan. La única diferencia es que cuando yo estuve en uno el ganador se llevaba un viaje a Disney y ahora te proporcionan los medios para grabar un disco. En mi caso yo no tuve esas facilidades y tuve que buscar los medios para convertir en realidad mi primer álbum.

¿De qué forma ha podido influir la tradición artística de su familia en su carrera?

Supongo que algo sí que ha tenido que influir, pero lo más importante es que yo perciba que todo lo que hago tiene un sentido y que tengo que luchar todos los días para proteger lo que tengo.

¿La clave del éxito es buscar un equilibrio entre la grabación de un disco y el directo?

Las dos cosas están entrelazadas y se necesitan la una a la otra. Los conciertos salen porque el público ha tenido acceso a las canciones de un disco y las actuaciones te dan vida. Ese contacto con los seguidores es fundamental...

¿La Tamara artista se ha tenido que reinventar muchas veces en los 18 años que lleva cerca de los escenarios?

Hacer un disco supone marcar los límites que tiene su condición de cantante y es algo que se planifica muy bien para evitar defraudar a tus seguidores. Siempre hay cambios, pero la esencia es la misma. Reciclarme como artista es posible, pero mi estilo ya está del todo definido.

¿Cómo le gustaría que fuera su futuro como intérprete?

Eso es algo que no me he parado a pensar... Yo no vivo obsesionada con la idea de hasta dónde quiero llegar; prefiero vivir el presente.

¿Qué guion tendrá el concierto que ofrecerá hoy en La Orotava?

Es un concierto acústico que va a girar en torno al disco "Más", que se presentó el año pasado pero que no pude llevar de gira a Canarias. También habrá un espacio para el recuerdo en el que voy a interpretar temas de mis anteriores discos.