El Jardín Botánico de Vallehermoso, en La Gomera, será un año más escenario del Festival Atlántico Sonoro, que durante el día de hoy desplegará en la Isla Colombina un amplio programa de actividades que incluye desde juegos con la voz, talleres de masajes y yoga, danza oriental y percusión africana, hasta los conciertos nocturnos de Baraka y Dulumba Hermanos Thioune

Desde las 11:00 horas hasta la medianoche, el Jardín Botánico se convertirá, pues, en un crisol en el que confluirán actividades que mezclan técnicas milenarias de artes orientales con la tradición ligada a las raíces canario-norteafricanas.

Recibirán a los visitantes más de 16.000 metros cuadrados de naturaleza distribuidos en cinco espacios que darán cabida a actividades y talleres. Así, en la sala principal del Jardín habrá juegos con la voz, musicoterapia, teatro y biogestalt y un concierto sonoterapéutico.

Será a partir de las 21:30 horas cuando comenzará la actividad musical con el concierto de Baräka y de los hermanos Thioune, que cerrarán el Atlántico Sonoro 2012 en lo que promete ser una velada cargada de fusión cultural a través de la música y del ritmo. Baräka presenta una novedosa experiencia basada en la riqueza de la percusión -incluida la percusión corporal-, de la danza y de la voz como instrumento y recurso musical.

Por su parte, los hermanos Thioune, Khaly y Aly, son dos jóvenes de origen senegalés titulados en interpretación, danza y percusión. Residentes en Gran Canaria desde hace unos años, crean espectáculos artísticos fusionando en el escenario la danza, música e interpretación; encuentros en los que interactúan con el público, para lograr el acercamiento entre diferentes culturas y el fomento de procesos de integración y sensibilización.

Antes de llegar a esta jornada, el festival "calentó motores" con la apertura de una exposición de la fotógrafa tinerfeña Emma Manescau titulada "África negra", que llega a Vallehermoso tras haber pasado por el Cabildo de La Gomera hasta el pasado jueves.

Según explica la autora "en África la vida está en la calle. Las carreteras, atestadas de sombras esbeltas que parecen caminar sin rumbo, así lo atestiguan. África es magnífica. Su color, su sabor, su risa, su vida... Es caótica y fascinante. Aquí todo es vida y muerte; la naturaleza se manifiesta cruda, salvaje. Unos mueren para alimentar a otros, es el ciclo vital".