La Alhambra ha restituido su propia historia con la reapertura, ayer, del Patio de los Leones, el más emblemático del monumento nazarí, que, después de diez años, es de nuevo accesible al público y vuelve a fluir agua, recuperando la imagen del "jardín feliz" que el sultán Muhammad V concibió en el siglo XIV pero con tecnología y materiales del siglo XXI que permitirán preservarlo para el futuro.

La intervención integral en el Patio de los Leones, que desde este viernes recupera su imagen histórica con una solería de mármol blanco de Macael (Almería), comenzó en 2002 con la retirada del León "número 4", la primera de las doce esculturas en ser restaurada.

La intervención ha concluido con la colocación de 250 piezas de mármol para cubrir una superficie de 400 metros cuadrados, con medidas y pesos diferentes que oscilan desde los 50 a los 40 kilos y con características especialmente diseñadas para este espacio.