El intelectual y escritor Ernesto de la Peña Muñoz falleció hoy a los 85 años en México, su ciudad natal de un paro cardiorespiratorio, informaron hoy fuentes oficiales.

De la Peña recibió numerosos galardones por su erudición y formación lingüística, el último de ellos la semana pasada, el XXVI Premio Internacional Menéndez Pelayo.

De la Peña (Ciudad de México, 1927) murió a las 06.00 hora local (11.00 GMT) de un "paro cardiorespiratorio", dijeron fuentes del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

La presidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar, indicó en su cuenta de Twitter sobre el fallecimiento de De la Peña: "Las letras mexicanas, la patria de la Ñ, están de luto: pierden a uno de sus mayores estudiosos".

De la Peña recibió el jueves pasado el premio otorgado por la española Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en una ceremonia singular.

El galardón fue entregado al embajador de México en España, Francisco Javier Ramírez Acuña, en el Palacio de la Magdalena de Santander, ya que De la Peña no había podido viajar por su delicada salud.

En la sede del Colegio de México (Colmex), institución que copatrocina anualmente el premio, De la Peña dio una conferencia magistral titulada "Las realidades del Quijote", donde abordó las diferencias entre las percepciones del Ingenioso Hidalgo y su escudero, Sancho Panza.

El erudito admitió entonces que la nueva distinción, además de ser un "acicate" para continuar con el cultivo del conocimiento, le reafirmaba en su "vocación existencial" de conocer, la actividad que fue el auténtico motor de su vida.

El jurado resaltó su faceta de "gran ensayista, relevante cuentista, poeta y filólogo".

Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1993 y conocedor en distinto grado de 33 idiomas, entre los que se encuentran el sánscrito o el hebreo, De la Peña fue un estudioso de las Letras Clásicas.

Licenciado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se formó sobre los filósofos presocráticos, se dedicó a reflexionar sobre la filosofía de la ciencia, lengua y literatura rusa, árabe y lingüística indoeuropea, entre otros idiomas y disciplinas.

A lo largo de su vida recibió el Premio Xavier Villaurrutia 1988 por la obra "Las estratagemas de Dios"; el Nacional de Ciencias y Artes en el campo de la lingüística (2003); la Medalla de Oro de Bellas Artes (2007) y el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Pagés Llergo (2010).

Era miembro de numerosas organizaciones relacionadas con la cultura como del Consejo de la Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes de México (INBA) y correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) desde 1993.