La diseñadora de vestuario Yvonne Blake, flamante ganadora del Premio Nacional de Cinematografía 2012, se declaró ayer "más española que Agustina de Aragón" después de vivir 44 años en España, y ha dedicado su premio, puño en alto, a las mujeres de la profesión: "Nosotras también contamos", ha dicho.

El público asistente al museo San Telmo, donde el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, le entregó su galardón en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, recibió a Blake con un largo aplauso, que fue todavía más largo al despedirla, después de que la premiada dedicara su premio a todas las mujeres del cine que, como ella, no son "femme fatale" que acaparan las portadas de revistas.

Con su habitual sentido del humor y respaldada por sus amigos y compañeros de profesión, Blake ha agradecido "de corazón" el premio, concedido por el Ministerio de Cultura por "dedicar su actividad profesional al cine español con rigor, elegancia y creatividad".

Decidido por unanimidad por el jurado, el premio de Blake valora su labor al convertir "el vestuario en uno de los aspectos más valiosos de las numerosas películas en las que ha participado".

Hermoso festival

Blake, nacida en Mánchester en 1938, llegó a España en 1968, "con una minifalda ''mini-mini'' que dejó patidifuso al guardia civil" que la atendió al llegar a Barajas. "Quién me iba a decir, 44 años después, que iba a estar en este hermoso festival de cine rodeada de colegas y recibiendo esta maravillosa distinción", ha dicho.

"Soy ciudadana española adoptada y adaptada, porque 40 años con un español andaluz...es que hay que adaptarse," ha apuntado ante la mirada atenta de su marido, que la acompañaba desde el público.

"Pero ha merecido la pena", ha añadido, porque aquí ha formado una familia: su hijo David, director de Fotografía, que "está trabajando", ha puntualizado con retintín, "y dos nietos como dos soles".

Tras declarar que la Academia del Cine ha sido como su segunda casa, su "picadero", Blake ha prometido seguir en España "por mucho que nos rescaten. Tenéis inglesa/española para rato", ha seguido bromeando.

Se despidió agradeciendo "el honor añadido de ser la primera mujer no actriz en recibir este premio" y se felicitó porque este reconocimiento implica "que también detrás de la cámara hay talento y buen hacer.