Mira alrededor, dice, y llega a la conclusión de que es "la única persona" de su edad que hace reportajes en España, un género periodístico que Juan José Millás cultiva y ha cultivado con fruición a lo largo de su carrera, como queda de manifiesto en "Vidas al límite", su nuevo libro.

"El reportaje -recalca en conversación con Efe- es el género estrella del periodismo, un género de madurez y en el que más disfruta un escritor, porque es en él donde mejor puede aplicar todo lo que ha aprendido escribiendo novelas u otros relatos de ficción".

"Vidas al límite", editado por Seix Barral, es una selección de los mejores reportajes escritos por Millás y publicados por "El País", su periódico; textos no para lucir la inventiva "sino en los que hacer brillar el poder del relato de la vida, de lo determinante de la vida cuando viene a ser relato".

Así escribe en el prólogo del libro el exministro de Educación Angel Gabilondo, para quien Juan José Millás posee un "estilete" en su pluma. "No pocas veces -agrega- alguna suerte de relámpago recorre los textos y produce perfiles antes ni siquiera vislumbrados".

"Biografía de una mosca", de 2008, abre el listado de reportajes seleccionados para este libro, muchos de ellos con un tema central común: la pérdida. "Es curioso, no me había dado cuenta, me lo advirtió Juan Cruz (escritor y periodista, como él), y es cierto", comenta Millás.

Entre ese reportaje y el último de la lista, "Viaje a Japón", al Japón posterior al terremoto y el tsunami que asoló la costa oeste del país el 11 de marzo de 2011, hay muchos otros, como el que Millás escribió tras la experiencia de vivir como un ciego un día, o en el que contó cómo fueron las semanas que vivió junto a Pedro Almodóvar durante el rodaje de "La mala educación", días en los que se convirtió en la sombra del cineasta manchego.

Millás cree que el reportaje ha desaparecido o está a punto de desaparecer, "¡es una pena!", dice, y se refiere a esos reportajes largos, de hasta cincuenta folios, como los que él ha escrito habitualmente. Y culpa de ello, entre otras causas, a la crisis económica, que se ha cebado con los medios. "En tiempos de crisis lo caro, y hacer un buen reportaje lo es, se va restringiendo".

Pero él, además, destaca otra causa de dicha desaparición. "Siendo un género de madurez, es un género que se practica de joven. Un buen reportaje se puede escribir solo cuando se ha cruzado una experiencia existencial y se tienen años de oficio", advierte.

"¿Qué ocurre ahora en los medios?", continúa con su argumentación. Pues que "en los periódicos cuando te hacen jefe dejas de escribir. Algo insólito. Se considera que dejar de escribir es un ascenso".

Juan José Millás tiene claro que su escritura no es la misma cuando escribe un reportaje o un artículo de opinión, y cuando se trata de una novela, un cuento u otro tipo de ficción. "Sé cuando hago una cosa y cuándo otra. Aunque las fronteras no son tan visibles como desde muchos sitios se nos intenta hacer creer".

"La única diferencia que hay entre escribir un reportaje -aclara- y un cuento es que los materiales en este segundo caso te vienen de tu imaginación, o de una mezcla de tu imaginación y de la realidad, mientras que en el reportaje los materiales llegan todos de fuera y no te puedes inventar nada".

Millás, para quien el reportaje tiene cabida en el nuevo periodismo digital -"no sólo tiene cabida sino que no sufre las limitaciones del espacio que tienes en el papel, puntualiza"-, no recuerda ninguno que haya contado bien, en profundidad, lo que unos llaman crisis y él prefiere llamar "estafa".

"Es un fenómeno -comenta- que quizás lo tenemos todavía demasiado pegado a la vista, y fenómenos de esta magnitud requieren, o yo así lo pienso, un poco de distancia temporal".