El son de "Lágrimas negras" y "Cigala & Tango" es ya "tan" Diego "el Cigala" que su próximo disco, cuyo título guarda en celoso secreto, seguirá viajando desde su "quejío" por el alma de Hispanoamérica, un "poemario andino" que sale en marzo y del que adelantará "algo" el día 31 en el Auditorio Nacional.

Diego "el Cigala" (Madrid, 1968) debutará en el Auditorio Nacional, en su Sala Sinfónica, el próximo miércoles con su espectáculo "Cigala & Flamenco", acompañado a la guitarra por Diego del Morao, "dignísimo heredero" de su padre, Manuel; Sabu Suárez, nieto de Porrina de Badajoz a la percusión, y tres "monstruos" del "soniquete" jerezano, Juan Grande, Cantarote y Ané Carrasco.

En este concierto, del ciclo Andalucía Flamenca del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), "El Cigala" será "flamenco cien por cien", con un recorrido clásico de bulerías, malagueñas, tarantos, alegrías y fandangos, y con un "diez por ciento más", bromea en una entrevista de sus "grandes hits", es decir temas como "Nostalgia" o "La bien pagá".

"Tengo que hacerlos -admite- porque son ya un icono "cigala". Grabar esas canciones era la única manera en la que podía partir el molde, salir al mundo. He tenido suerte porque eso, el reconocimiento internacional para un flamenco, no es tan común. Yo creo que he abierto el apetito de ''cigalas'' por ahí fuera", se ríe con todas las ganas.

Adelanta "la primicia" de que ya tiene grabado su nuevo disco, que editará de nuevo en España con sus "propios medios" y El País, y con Universal y Deutsche Grammophon fuera.

"Será un lanzamiento al unísono. Ha sido un trabajo muy laborioso pero muy emocionante. Son poemas de Martín Fierro, Atahualpa, Mercedes Sosa... Vamos que el ''niño'' me ha salido andino, muy en la onda argentina", detalla orgulloso.

Le acompaña solo la guitarra de Diego García, "el de Andrés Calamaro", que le da "un rollo impresionante tipo Georges Benson, años 50, con un sonido y calidad que desarman", y una colaboración de la cantante de tangos argentina Adriana Varela.

"La verdad es que me hace mucha ilusión adelantar algo en el Auditorio y ver cómo reacciona el público. Ya veremos cómo sale la cosa", subraya de nuevo a carcajadas.

Recién llegado del Palau de la Música de Barcelona, donde ha cantado "flamenco por derecho", con lleno hasta la bandera, es decir, ante 1.500 personas, está muy satisfecho de cómo le van las cosas en estos tiempos de "depresión", con un horizonte "muy negro al que encima se añade "la pesadilla" del 21 % de IVA para espectáculos como el suyo "o las regalías de la SGAE".

"No hay margen, es todo tremendo. Como está ahora mismo la cosa es muy difícil actuar en España y que los sitios se llenen. Solo podemos esperar a que se calme porque no parece que podamos hacer nada", asume el artista, que apenas ofrece uno o dos conciertos en su país por temporada.

Acaba de hacer una gira "Willy Fog", es decir, "40 días, 22 ciudades, 26 aviones" que, asegura, "ha sido una locura".

"Hemos hecho todo el interior de Argentina con ''Cigala Tango'', Colombia y Venezuela y ha sido el acabose", relata feliz.

Al día siguiente de su actuación en el Auditorio viajará a Nueva York para actuar allí el día 3 de noviembre y volar luego a Miami, donde cantará el día 10, y posteriormente a Costa Rica y Panamá, porque, bromea otra vez, "cigala que se duerme, se la lleva la corriente".