Pedro González, uno de los pintores más personales de la realidad artística canaria actual, es objeto de una exposición monográfica que se inaugura hoy, a las 20:00 horas, en el Espacio Cultural de CajaCanarias en La Laguna, donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 25 de enero de 2014.

La exposición, que reúne todo lo que posee la ahora Fundación CajaCanarias en su colección de arte, está integrada por veintitrés piezas, entre pinturas al óleo y obra sobre papel, la mayoría de ellas pertenecientes a la serie "Cosmoarte", la más emblemática de su prolífica producción plástica que fue realizada a principios de los años 80.

Una de las joyas de la muestra es el tríptico "Sin título", con unas dimensiones de 292 centímetros de alto por 550 centímetros de largo, que nunca había sido contemplada por el público al estar colgada en una pared de una sala de uso privado en la sede central de CajaCanarias en Santa Cruz de Tenerife . Esta pieza, según fuentes de la entidad, fue elaborada expresamente para CajaCanarias.

El resto de la colección, en la que también están presentes un bodegón de los años 90 y otra pieza en pequeño formato de los años 70, la integran una serie de obras maestras del periodo denominado "Cosmoarte".

Esta selección, que podrá visitarse hasta el próximo 25 de enero de 2014 en el Espacio Cultural CajaCanarias La Laguna, reúne algunas de las obras maestras de su etapa ''Cosmoarte'', que fueron realizadas a principios de los años 80.

Este periodo creativo de Pedro González (La Laguna, 1927) refleja las inquietudes que marcaron su incansable búsqueda de un lenguaje plástico propio que describiese esa impronta plástica que ha caracterizado su arte. "Un investigador incansable del espacio plástico, es decir, del juego de posibilidades que ofrece el espacio pictórico", asegura la crítica.

Este ilustre artista, además de profesor y maestro de otros artistas, a los que ha enseñado en la Escuela Superior y luego en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, fue uno de los fundadores del grupo Nuestro Arte, junto a otros creadores como Enrique Lite, José Abad, Maribel Nazco y María Belén Morales, quienes intentaron superar, a su juicio, una cierta parálisis del desarrollo artístico en las Islas.

La variedad de pretextos que ha utilizado el pintor para realizar sus series, que derivaron en una figuración expresionista (cajones, coches, pateras, etcétera) lo han mantenido muy unido a su entorno natural, tanto a través de sus obras como de su labor docente.

De la pintura figurativa al mundo del color

Los numerosos expertos en arte que han analizado y escrito críticas sobre el recorrido pictórico de Pedro González aseguran que su mejor obra fue la que realizó "cuando abandonó la pintura figurativa y se interna en el mundo del color; un color suave, diáfano, volátil, que nos lleva a una transparencia cautivadora. Más adelante comienza a interesarse también por la forma, el volumen y la composición, en una lenta vuelta a la figuración, una etapa denominada Cosmoarte. Sus temas: la soledad, el intimismo o, también, las tensiones y el dinamismo, entre otros". A partir de 1986, Pedro González se decantó por revisar los temas tradicionales que se trataban en la pintura, pero siempre con un trasfondo humanista.