Detrás de un inocente guiño a un lugar de culto para los Beatles cobra fuerza el decimosexto álbum de Sergio Dalma (1964). En "Cadore 33" hay un recuerdo a los estudios

en el que el cantante de Sabadell planificó hace ya casi 25 años su primera aventura discográfica: la inspiración lo sorprendió mirando una foto de Abbey Road. "Es difícil ponerle un título a un disco, nunca me gustó titularlo con el nombre de una canción", afirma en relación a los 11 temas que forman parte de un proyecto que hoy, a partir de las 19:00 horas, lo llevará a la sala del Ámbito Cultural de El Corte Inglés de la Avenida Tres de Mayo para firmar ejemplares de un proyecto musical que amenaza con tener una trayectoria tan exitosa como "Via Dalma".

Volver con "Cadore 33" después de lo que ocurrió con las dos entregas de "Vía Dalma" es un ejercicio de responsabilidad, ¿No?

Sí que lo es. Sobre todo, porque las ventas funcionaron muy bien y el listón lo colocamos demasiado alto. En "Cadore 33" me he aislado de la gran presión que creció tras "Vía Dalma" para grabar un disco inédito con Claudio Guidetti. La única premisa que nos pusimos durante el trabajo que hicimos en Milán era buscar grandes canciones en un tiempo más o menos razonable.

¿En este boceto discográfico las emociones juegan un papel determinante?

Yo no concibo mi música sin esas emociones. Eso es algo innegociable porque entiendo que el público me pide ese compromiso. Sobre todo ahora que la vida se ha complicado tanto y nos cuesta evadirnos de la realidad tan negativa que estamos sufriendo. Mi compromiso es que ese ratito de concierto sirva para que la gente logre olvidar aunque solo sea por unas horas todo lo malo que nos rodea.

¿Compartir esta experiencia con Guidetti es una apuesta segura?

Hoy en día no existe nada seguro, pero Claudio es una persona que me transmite tranquilidad, seguridad y con la que me siento bien. Al margen de los porcentajes de ventas que pueda tener "Cadore 33" yo estoy muy contento con el resultado porque es el disco que queríamos hacer. Al final la gente se da cuenta cuando un trabajo está hecho de forma sincera y con sentimientos. En este trabajo todo es de verdad, las letras tienen un peso importante y las canciones tienen la esencia de los primeros años de Sergio Dalma.

En Italia le van a terminar por hacer un monumento. Se lo pregunto por todos los guiños que le ha hecho a ese país. ¿No cree que está haciendo mucho más por la música italiana que algunos artistas italianos?

No crea (ríe)... La verdad es que era una de mis asignaturas pendientes y, por el número de ventas que hicimos con las entregas de "Vía Dalma, una apuesta que fue bien acogida por el público. Todos los cantantes estamos más o menos influenciados por otros artistas y la verdad es que yo no he escondido nunca las mías...

Comprar un disco se ha convertido en un acto de fe; en un ejercicio de autoconvencimiento en el que hay que creer mucho en un artista. ¿A usted no le van mal las ventas?

Para mí es muy gratificante ver cómo una persona se desplaza a un centro comercial en el que estoy firmando discos con el mío. Eso es fidelidad. Hay gente que te dice que tiene todos mis discos y eso es increíble porque yo no he conseguido aún tener todos los discos de mi artista favorito.

¿Cuál es su análisis sobre el momento que vive en estos momentos el sector del disco?

Hay mucha dudas e incertidumbres por el lapsus que se ha abierto para dar con un formato popular que sea beneficiosos para las dos partes. Espero que este tránsito no se prolongue más de lo necesario porque la industria del disco no se puede permitir el lujo de perder todo lo que se ha conseguido hasta ahora. La piratería ha hecho mucho daño, pero el incremento de los impuestos en el mundo de la cultura tampoco nos da demasiado margen para la recuperación.

¿Con casi 25 años de experiencias en su "mochila" artística habrá vivido de todo, pero recuerda un ciclo tan adverso?

La verdad es que ya pesa (ríe)... Sinceramente, y no lo digo por una cuestión de oportunismo, jamás he vivido un periodo tan malo y destructivo para la cultura como el que sufrimos hoy. En 25 años ha habido momentos delicados, pero ninguno tan grave como el actual. Habrá que darle vuelta a esta situación y creer aprender de los errores. Tradicionalmente a la gente de la cultura no se le ha tratado demasiado bien, pero es que ahora están siendo muy duros.

Debe ser una reacción extensible al resto de la geografía nacional, pero en Tenerife tiene legiones de admiradores. ¿Cómo se edifican esos "ejércitos" de seguidores?

Yo en Tenerife me se sentido querido desde el inicio de mi carrera. Ese cariño existe desde cuando venía a cantar "Esa chica es mía". En todos los conciertos y en las promociones de discos me siento bien recibido por una tierra a la que admiro. Los nervios de no saber cómo va a acoger el público unas canciones nuevas se atemperan o acaban por desaparecer cuando encuentras gente que se entrega al cien por cien a todo lo que haces.

¿Cómo se logra fidelizar a todas esas personas?

Teniendo muy claro cuál es mi público natural, escuchando sus opiniones y, aunque cada vez sea más difícil, intentar evolucionar en cada disco. Más que una fórmula secreta, lo que hay es trabajo.

Vea aquí el videoclip "Si te vas", canción que se incluye en el álbum "Cadore 33" de Sergio Dalma. El artista va a firmar ejemplares de disco esta tarde -a las 19 horas- en la capital tinerfeña.