La Consejería de Cultura del Cabildo de La Gomera ha comprometido para el próximo año una partida de 15.000 euros con el fin de garantizar la continuidad de la Asociación Centro Coreográfico de La Gomera Martín Padrón. En concreto, la institución insular destinará 15.000 euros al igual que ha venido haciendo durante los últimos ejercicios. La consejera insular de Cultura, Nieves González, subrayó que el apoyo del Cabildo se basa en los cursos que ofrece a artistas, a los que se les procura también alojamiento. “Desde que se fundó la escuela el Cabildo ha venido apoyando esta iniciativa dado el interés que puede tener para los niños de la isla en edad escolar. Para nosotros es una posibilidad de que nuestros menores puedan acceder a una disciplina cultural como es el baile. Por ello aún en tiempo de crisis mantenemos nuestra aportación dado su demostrado carácter social, educativo y formativo”.
Martín Padrón recordó que el centro está en marcha desde el año 2001 precisamente gracias al apoyo del Cabildo, del Gobierno de Canarias y del Ministerio de Cultura. La institución insular, según Padrón, “siempre ha apostado por nosotros dada la labor que realizamos en la formación de niños o con discapacitados escolarizados”. El Gobierno central, a través del Ministerio de Cultura, ya ha adelantado que abonará otros 23.000 euros más, una aportación se encuadra en las entidades sin ánimo de lucro de ámbito estatal para danza. De esta manera se refuerza el papel de una escuela que alcanza renombre nacional y entra en el circuito de las que son apoyadas de manera significativa por el Estado. A parte está la subvención que anualmente reciben de la institución insular y que queda de nueva reflejada en los presupuestos de 2014.

El director de la escuela nació en Santa Cruz de Tenerife en 1963. En su biografía de coreógrafo, pedagogo y bailarín integra el papel importante que juega el Arte. Desde joven tiene acceso físico a obras de artistas como Henry Moore, Rafael Soto, Chirino o Pedro González, entre otros. Su formación como bailarín fue en la prestigiosa escuela de Ballet de Flandes en Amberes o Bélgica. Su primer contacto profesional fue en el Ballet de Zaragoza. La influencia de la Escuela clásica Académica Francesa y de Raymond Francheti y Gilbert Mayer en particular, fue muy importante. Paralelamente a la búsqueda, a la interpretación y al entrenamiento en la danza clásica académica y contemporanea, se ha orientado hacia técnicas y disciplinas descendientes de la Cultura Oriental. En 1993 crea su propia compañía en París hasta el año 2000 contando con el apoyo del Ministerio de Cultura francés, realizando giras en Europa y America del Sur.