Hoy revisita un municipio en el que se fortalecieron sus raíces musicales para dar un concierto, a partir de las 21:00 horas, en el Espacio Cultural Aguere de La Laguna. El güimarero Pedro Guerra abrió anoche en Fuerteventura su gira "30 años". "Espero que me queden otros 30 aquí dentro. Tendría 77 años, y a esa edad aún se puede hacer algo en un escenario", vaticina un cantautor que se estrenó como intérprete a los 16 años en el Centro de la Cultura Popular Canaria. "No es que sea demasiado viejo, es que yo empecé relativamente pronto", puntualiza nada más desembarcar en suelo majorero.

Fuerteventura, Tenerife, Gran Canaria (28 y 30 de noviembre) y La Palma (1 de diciembre) son las fechas de una gira cuyos contenidos se incluyeron en el triple CD "30 años", publicado en abril de este año. "La Laguna es una ciudad que marcó una etapa importante de mi carrera profesional -su estreno se produjo en 1983-. Allí viví desde los 18 a los 28 años y, por lo tanto, es inevitable pensar que ahí permanecen un montón de recuerdos", rescata un compositor que esta noche regresa a los Aguere. "En esos cines vi mis primeras películas; recuerdo que allí visioné por primera vez El marido de la peluquera y otras muchas historias que me conectan con un espacio tan emblemático", cuenta de un edificio en el que hoy van a colocar el cartel de no quedan localidades.

"Con lo difícil que está la vida y lo mucho que cuesta invertir el poco dinero que se tiene en una propuesta cultural, me siento un privilegiado por presentarme en un teatro con el aforo completo", agradece Guerra. "Yo vivo el ciclo que estamos pasando con angustia porque soy consciente de que ahí fuera existe muchísima gente que lo está pasando mal y no se puede permitir estos lujos".

Pedro Guerra, afincado en la capital de España desde hace más de dos décadas, entiende que un tour en el que celebra sus tres décadas al servicio de la música no puede darle la espalda al Archipiélago. "No es un guiño, es un acto de responsabilidad con un tierra con la que tengo una conexión natural y que es parte fundamental de mi carrera, aunque ahora esté residiendo en Madrid", argumenta en una fase de la conversación en la que el tinerfeño destaca que "un repaso de esta dimensión tiene unas ataduras muy sólidas con Canarias".

Solo voz y guitarra. Esas son las armas con las que se va a presentar Pedro Guerra en el Aguere Espacio Cultural. "Voy encadenando canciones que han estado conmigo en diferentes etapas... Se las presento al público y hablo sobre ellas para ir trazando un viaje musical de cómo he llegado hasta aquí", explica sobre la estructura del concierto que puede oscilar en torno a las 54 ramas -el contenido de los tres CD- de un "árbol" sonoro que sigue igual de inamovible que el primer día.

Pero el artista canario tiene otras ligaduras, que no son musicales, con su carrera de cantautor. "Mis principios son firmes; sigo con la misma ilusión y el compromiso que tenía con 16 años", adelanta respecto a los patrones que usa en su día a día. "Continúo entendiendo la vida de la misma manera e ideológicamente tampoco he experimentado ningún cambio de pensamientos", confiesa.

Respecto a la criba que tuvo que realizar para dar forma al catálogo de "30 años", Guerra reconoce que "es difícil darle más cariño a una canción que a otra", sostiene en un primer análisis antes de tocar de manera más profunda el hecho de tener unas canciones a las que colocarle la etiqueta de favorita. "Yo no soy capaz de abstraerme y dar un nombre porque me faltaría objetividad para justificar por qué esta y no la otra... Las canciones tienen su identidad y no tienen que pagar que un autor haya podido estar más lúcido o no cuando se puso a escribir una letra", defiende en un punto de la conversación en la que el tinerfeño abre una cuestión casi laberíntica. "Cuando has participado en tantos proyectos discográficos -acumula más de dos decenas de aventuras- se hace muy difícil elegir cuáles son tus canciones favoritas", incide un compositor que siempre apuesta por historias de nuestra realidad cotidiana.

Escuche aquí la canción "La lluvia nunca vuelve hacia arriba", del músico tinerfeño Pedro Guerra.