Era la crónica de una muerte anunciada. Enrique González Macho, propietario de la cadena de cines Renoir, adelantó el pasado 9 de octubre a EL DÍA que "Los Renoir Price dan muchísimas pérdidas y su situación es límite", declaró el presidente de la Academia del Cine Español en relación a las dificultades que estaba sufriendo unas instalaciones que el lunes anunciaron su cierre definitivo. Como si de un crédito final se tratara, las salas de proyecciones del barrio de Salamanca han certificado su "The End". No hay vuelta atrás.

"Ahí se han quedado muchos esfuerzos, ilusiones y, sobre todo, mucho dinero", enumeró ayer González Macho antes de confesar cuáles eran sus sensaciones. "Cerrando los Renoir siento que me ha cortado un brazo. Ese es el sentimiento que tengo en estos instantes", comparó un empresario que hace un mes y medio afirmó que "estos cines llevan dando pérdidas ya no sé ni cuanto tiempo... La afluencia de espectadores es muy baja y así es imposible mantener una oferta diferenciadora con respecto a otras salas", desveló un empresario que ayer volvió a reiterar a este periódico que "era un desenlace anunciado; no hemos podido hacer más", lamentó.

El origen de este adiós hay que buscarlo en un conjunto de inversiones que González Macho ya dijo -hace un mes y medio- que no se podían llevar a cabo. "El problema no es que no las queramos hacer, es que no las podemos hacer... Afrontar esa inversión no es viable ni en Tenerife ni en Madrid", matizó el santanderino cuando aún creía en una recuperación que finalmente no se hizo efectiva.

"Es cierto que todos esperábamos una remontada que no terminó de llegar y, por lo tanto, las noticias de las últimas horas no han sido buenas. Los Renoir Price daban muchas pérdidas y vivían una situación límite", apuntó al mediodía de ayer el ganador en el año 1998 del Premio Nacional de Cinematografía.

Enrique González Kuhn, hijo de González Macho, firmó el pasado lunes un comunicado en las redes sociales en el que se podía leer que "El proceso se ha adelantado porque las pérdidas aumentaban día a día por la falta de espectadores. Además, los cines tienen que adaptarse a los nuevos tiempos digitales, y es una inversión muy alta", confirmó González Kuhn sobre unas infraestructuras que se abrieron al público en el año 2005.

González Macho no quiso ser ventajista en su análisis sobre la pérdida que supone la eliminación de los Renoir Price de la cartelera tinerfeña, pero sí efectuó una lectura vinculada con las audiencias y los lamentos que se han escuchado en las últimas horas. "Yo siempre digo lo mismo y no lo hago para justificar este cierre o el comportamiento de las personas que van o han dejado de ir a una sala de proyecciones... Es inevitable que se realicen comentarios sobre lo que supone esta decisión, pero si los que ahora se lamentan hubieran venido más al cine el final sería otro", añadió en base a una estrategia empresarial que ya le ha llevado a cerrar salas de cine en Bilbao, Cuenca, Madrid, Palma de Mallorca, Zaragoza y en Santa Cruz de Tenerife.

Los planes de cierre que manejaban los gestores de los Renoir Price no iban más allá del 2013, es decir, pero los rendimientos alcanzados en las últimas semanas provocaron una situación de huida hacia delante que el propio González Macho califica como una pequeña heroicidad. "Estaba claro cuál iba a ser el final, pero lo que no estaba decidido era la fecha exacta. Nadie se explica cómo hemos podido llegar hasta aquí y. sobre todo, existe una idea generalizada entre todas las personas que conocían esta problemática en el sentido de que esta agonía se ha alargado más de la cuenta. En este sentido, lo que sí es muy extraño es que el cierre no llegara mucho antes", concluyó un amante del séptimo arte que es Caballero de la Orden y las Letras del gobierno de Francia por su apoyo a la industria del cine europeo.

Vínculos con la Filmoteca

Una de las consecuencias del cierre de los Renoir Price está asociada con las actividades que realizaba en sus salas la Filmoteca Canaria. De hecho, las proyecciones de "Código del hampa" (12 de diciembre) y "El seductor" (19 de diciembre) se tendrán que trasladar a otro espacio. "Los únicos que pueden proyectar a 35 mm son el TEA y CajaCanarias", aseguró ayer María Calimano, directora de la Filmoteca Canaria.

Buscar otras alternativas

Al margen de las soluciones de emergencias que se pueden encontrar en el Espacio Cultural de CajaCanarias o TEA, Calimano cree que una posibilidad de futuro puede estar en La Laguna. "La opción de ir a los Aguere sería estudiada para el próximo año", apunta sobre una posibilidad que aún no se contempla. "Habría que mirar si el material técnico es el adecuado, pero primero vamos a terminar esta temporada y ya veremos", dijo sobre un cierre del que "había rumores desde hace mucho tiempo", declaró sobre una situación que no le ha cogido por sorpresa. "Era algo que podía pasar y la sensación que queda es de pena".