Siguen explorando el universo del bolero y no le ponen límites a una aventura que esta noche los sitúa en la gala de entrega de los Premios Teide de Oro 2013 que se celebra en el Auditorio de Tenerife. Café Quijano confirma su apetito por este género con el lanzamiento del segundo volumen de "Orígenes: El Bolero", un álbum que, a juicio, de Manuel Quijano "tiene un peso emocional importante", dice antes de advertir que "aún tenemos muchas historias que contar a través de la música".

El carácter inmortal del bolero está fuera de toda duda, ¿no?

Es un género musical que siempre ha estado ahí, que ha pasado por momentos de poca visibilidad y que tiene vida propia lejos de las reglas más comerciales.

Cuando Café Quijano lanzó el primer volumen de "Orígenes: El bolero" dijo que a nadie le podía sorprender ver al grupo en este registro porque era algo que formaba parte de su ADN artístico. ¿Este segundo disco es la confirmación de esa atracción?

Nosotros empezamos a sentir algo por la música escuchando a los autores latinoamericanos y, en especial, a los grandes boleristas. Una culpa importante de esta atracción la tuvo nuestro padre, él fue quien no metió en todo esto y el que nos enseñó a valorar una buena canción. Para nosotros esto no es algo extraño ni antinatural; nos sentimos cómodos cerca del bolero.

¿La clave para entender que este es un género que sigue vivo está en esa transmisión familiar?

El bolero es un legado familiar que es muy fácil de rescatar porque transmite unos sentimientos reales y puros.

¿Apostar por la tradición en un momento en el que las canciones parece que no tienen el mismo peso de antaño es un acto de valentía?

Hacemos algo que hemos hecho toda la vida y no nos resulta ajeno. El bolero es lo más cercano a la personalidad musical de Café Quijano porque es un espacio en el que nos sentimos cómodos. Estamos convencidos de que todavía tenemos muchas historias que contar a través de la música.

El grupo ha tenido distintas etapas e incluso periodos en los que se alejó de la primera línea musical. ¿Cree que el ciclo que se abrió en 2012 será largo?

Nuestra intención es que sea lo más largo posible. Es verdad que ha habido periodos en los que nos tomamos un descanso para oxigenarnos y vivir con un poquito más de tranquilidad. Lo que pasa es que la música es algo que forma parte de nuestras vidas y la idea es permanecer mucho tiempo, por no decir que hemos vuelto con la intención de quedarnos aquí para siempre.

¿Hacer la música que se desea con la que está cayendo es vivir una situación de privilegio?

Sí que lo es... Estamos felices de hacer lo que más nos gusta. Continuar 17 años después en el sitio en el que querías estar hace 17 años es un gran placer. A pesar de las dificultades que vivimos hoy en día, que es algo que sufre la gran mayoría de la sociedad, no tenemos motivos para quejarnos porque somos conscientes de que vivimos una situación privilegiada.

¿Le ha sorprendido la involución que ha sufrido la industria del disco?

No sé si llamarlo involución o una evolución hacia un terreno más desconocido vinculado con las nuevas tecnologías. El futuro más cercano es digital y hay que adaptase a un escenario que estás obligado a controlar si quieres hacer algo útil ya no solo en el mundo de la música, sino en general.

¿Traer un proyecto de boleros a una tierra de ida y vuelta entre varios continentes y que sabe valorar ese género es una ventaja?

No sabría qué decir... Vender un bolero en Canarias no es fácil porque es un género admirado. Siempre es más fácil no tener que explicar al público tu producto, pero eso tiene sus riesgos porque en las Islas hay grandes especialistas.