La actitud de Toño Armas ante la vida se sintetiza en un gesto: "Cuando cato un vino, lo que voy buscado son virtudes más que defectos" y esa ha sido su máxima desde que alcanzó edad para beber y así ha ido saboreando el paso del tiempo y maridándolo con emociones...

Los comienzos de Comercial Dofe, la empresa de la que posteriormente surge la vinoteca El Gusto por el Vino, se remontan a 30 años atrás, "cuando junto a mi socio Mario Cedrés y mi primo montamos una distribuidora con la que vendíamos de todo: sopas, insecticidas, perfumería, etc. Era lo que se conocía como coloniales", explica Toño. Posteriormente, con la llegada y la implantación de las grandes superficies, "nos dimos cuenta de que nuestra capacidad para negociar era cada vez menor y decidimos vender".

A partir de entonces, y en un plazo de tres meses, pusieron las bases de una distribuidora muy especializada "y nos decantamos por el vino, un segmento que no estaba bien cubierto", orientándose a la venta a hostelería y restauración, "no a grandes superficies, lo que no quiere decir que lo hagamos en el futuro".

Con el día a día se fueron "enraizando" en el negocio y llegaron a la conclusión de que el "mercado de la hostelería no podía absorber tal cantidad de vinos; teníamos claro que debíamos cerrar el círculo, dando a conocer al público que existían vinos de calidad fuera de las grandes marcas y que existían pequeñas bodegas que ofrecían excelentes productos".

Y así pasaron a definirse también "por el descubrimiento de esas pequeñas bodegas, entonces poco conocidas, que empezamos a incorporar a nuestro portafolios" y que en la actualidad suman unas 80, en torno a las mil etiquetas.

El mes de octubre del año 2010 está marcado en rojo en el calendario: inauguración de la vinoteca El Gusto por el Vino. "Lo hicimos en un lugar emblemático, donde estuvo asentada la antigua Bodega San Sebastián, que guardaba ese encanto de lo tradicional, de la barrica y el vino a granel".

El local quedó libre y "apostamos por él. Y llevamos aquí tres años, con ganas y una enorme ilusión. Nos encantan los retos y apostar por la calidad". Y la vinoteca se ha ganado su sitio, no en vano está considerada entre las diez mejores de España.

"La gente que asistió a la inauguración se llevó la impresión de que aquello parecía una boutique y lo que hicimos desde entonces fue crear un ambiente más cercano al de una bodega, con aspecto de un ordenado desorden". En la vinoteca se pueden encontrar vinos desde 2 euros hasta los que sobrepasan los mil, si bien Toño Armas precisa que "nuestro perfil de venta se mueve entre los 7,5 y los 15 euros".

Con todo, la filosofía está en el asesoramiento. "No pretendemos ser un lineal y para eso contamos con un equipo humano, joven y preparado (Christian, Aray y Tara), con perfil de sumilleres".

Y Toño Armas se "abre" como el vino y afirma que la variedad que más lo ha marcado es la syrah y que cada día lo apasionan más los blancos. "En Canarias este tipo de vinos da un juego muy importante y en España están creciendo de forma brutal". Y se declara un enamorado de los blancos franceses.

Lo que no entiende es "cómo hay gente que se encasilla en un vino. Este mundo es tan rico que invito a probar y descubrir nuevos sabores y sensaciones. Es una manera de aprender y de conocernos".

En Navidad, "los espumosos, cavas y champagnes marcan la pauta" y los corchos al estallar llaman inevitablemente al brindis, dice Toño Armas, mientras alza su copa, sonríe y recuerda a los que menos tienen. ¡Salud!