Cuando habla Pedro Rodríguez Dios, los pensamientos y las palabras se endulzan. Es el efecto que provoca uno de los cocineros sin duda con más prestigio del Archipiélago, autor de varios libros, premiado por su trayectoria y un enamorado del arte de la cocina y de la repostería.

"Creo que Canarias es una tierra bastante dulce y golosa, que cuenta con una gran tradición repostera. No en vano, sobre todo por estas fechas, siempre es posible encontrar ese postre tradicional en la mesa", explica.

Ciertamente, para Pedro "existen diferencias entre la pastelería y las creaciones que se orientan a la restauración y aquellos dulces que se adquieren en una tienda y la gente se lleva a su casa". Y a partir de ahí va tomando forma el que es su nuevo proyecto, su ilusión: cómo acercar esa pastelería del restaurante, con su textura y temperatura precisas, al corazón del hogar.

"Creo que la pastelería es el capítulo de la cocina donde más se ha avanzado, en buena medida por la aplicación de técnicas que tienen que ver con aspectos como la temperatura, el caso de la cocina fría, granizado, etc, así como texturas".

Y Pedro se lamenta de que "cuando se habla de una comida o una cena no se le da importancia a la última parte, al capítulo de los postres, cuando representa la sensación final". Y tal es la importancia del pastelero, que puede "arreglar" o bien "desmontar" una celebración con tan solo un suspiro...